Entre otros puntos, calificaron como “deplorable estado de mantenimiento del material rodante, que viene produciendo interrupciones permanentes en el servicio, incluyendo la evacuación de pasajeros por los túneles” y aseguraron que “ponen a los trenes en peligro de siniestro, con posibilidad de gravísimas consecuencias para la integridad física de pasajeros y trabajadores”.
“Yo presenté dos pedidos de informes que están basados en un conjunto de denuncias desarrolladas por los delegados, focalizadas en mantenimiento de las líneas B y C, en lo referido a los protocolos de mantenimiento que firmaron Metrovías con SBASE, que no se cumplen”, afirmó Ramal.
Los trabajadores, a través de un comunicado, criticaron “las condiciones del material ya de por sí obsoleto”, donde “se pone allí de relieve que formaciones derivadas para mantenimiento a talleres privados externos, retornan prácticamente en el estado que partieron, cuestionando quién toma las decisiones y qué gastos se han efectuado”.
También cuestionaron “la responsabilidad de empresarios y funcionarios de gobierno, en la improvisación en materia de compra de coches. Pasando por nuevos, son material de descarte en el trasporte subterráneo de otros países, requiriendo costosas adaptaciones técnicas y de instalaciones