Ismael Adan Avelino, de 20 años de edad, denunció a efectivos policiales de Orán, en la provincia de Salta, por el delito de torturas y amenazas del que habría sido objeto en un confuso episodio sucedido el 26 de diciembre último.

En una presentación realizada ante la Fiscalía de Causas Policiales local, sostuvo que personal de la Brigada de investigaciones de Orán lo sacó de su casa en la Comunidad de Barrio Estación, para obligarlo a realizar declaraciones en relación al hecho en el que una embarazada resultó golpeada, en un intento de robo.

En la denuncia, a la que tuvo acceso el Nuevo Diario de Salta, afirmó que tras ese hecho su hermana Gladys Avelino, fue quien lo acercó hasta la brigada en su motocicleta, en tanto que allí comenzó un penoso raid.

“Vos sos el que ha salido anoche, decí la verdad”, le dijo un hombre de cabello negro no tan corto, de tez más bien blanca, peinado al costado, de un metro sesenta y cinco centímetros de estatura, bajo amenaza de producirle vejámenes. Si bien en el interrogatorio, en el cual Avelino se encontraba mirando hacia la pared, les confirmó que efectivamente había salido de su casa el día anterior, de todas maneras sintió un puñetazo en la espalda.

El hombre además afirmó que fue esposado y luego le colocaron  una bolsa de nylon transparente y con un cable gris le rozaron la espalda, lo que era acompañado de amenazas verbales.

Tras ello, le mostraron una declaración que debía firmar mediante la cual Avelino debía inculpar a un sobrino que está detenido junto a otro joven por en el intento de robo a una embarazada, que permanece internada, por golpes que sufrió al caer de su moto cuando le arrebataron su cartera.

“Si no firmas te vamos a hacer vomitar sangre”, le habrían dicho al salteño, por lo que no tuvo más remedio que obedecer. De todos modos, en la denuncia dejó aclarado que firmó bajo torturas y amenazas la responsabilidad de su pariente.

La intervención de sus familiares

La hermana que esperaba en la puerta de la Brigada a Avelino escuchó que se incrementaban los ruidos provenientes del interior de la dependencia e, incluso, el encendido de una camioneta y de un televisor a todo volumen. 

Entonces, la mujer fue a buscar un abogado y le dijeron que su hermano había sido trasladado al hospital por una crisis nerviosa y que estaba demorado. Según cree el joven, nunca salió de la brigada y horas después recuperó la libertad. 

Además, familiares de los detenidos denunciaron también torturas de las que habrían sido objeto sus parientes, para firmar su responsabilidad.

El abogado solicitó que se allane la brigada buscando los elementos denunciados, sin que se cumpla con el pedido.