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Santa Fe

Otros dos linchamientos a supuestos ladrones

En Rosario, la policía salvó a un joven al que golpearon los vecinos después de un arrebato. En la capital provincial, un chico de 17 años quedó internado en terapia intensiva. Lo acusaban de robar una moto.

En Rosario, la policía salvó a un joven al que golpearon los vecinos después de un arrebato. En la capital provincial, un chico de 17 años quedó internado en terapia intensiva. Lo acusaban de robar una moto.

A menos de una semana del crimen de David Moreyra a manos de vecinos del barrio Azcuénaga, en la zona oeste de Rosario, el linchamiento de jóvenes acusados de robo se repite en la provincia de Santa Fe bajo el efecto del contagio.

En el barrio Echesortu de Rosario entre veinte y veinticinco personas le dieron una paliza a un joven que le había arrebatado la cartera a una mujer: patadas en la cara y en el cuerpo. La policía lo salvó de una muerte casi segura. En la ciudad de Santa Fe, un grupo de vecinos golpeó a un chico de 17 años hasta dejarlo inconsciente. Lo acusaban de robar una moto. “La gente siente que las agencias represivas del Estado no les da respuestas y busca las soluciones por mano propia. Cuando el Estado es ineficiente en el uso de la violencia, la violencia aparece de la manera más cruda”, analizó Gabriel Ganón, defensor oficial de la provincia, en diálogo con Infojus Noticias.

El primero de los casos ocurrió ayer a la tarde en Lavalle y Rioja, a 15 cuadras del lugar donde fue golpeado el sábado a la tarde David Moreyra. Dos jóvenes en moto le manotaron la cartera a una mujer y la tiraron al piso. En la huida chocaron con un taxi. Uno de ellos se puso de pie, amenazó a los transeúntes con una pistola, se subió a la moto y escapó. El otro quedó tendido sobre el asfalto, “atontado por el impacto contra el taxi”, según contó un testigo al portal Rosario3.com.

Según detalló el testigo “entre 20 y 25 vecinos” golpearon al joven que estaba tirado en el piso. “Un muchacho que venía de trabajar tenía puestos unos borceguíes muy pesados y le dio varias patadas en la cara”, detalló.

Un móvil de la Comisaría 6a llegó veinte minutos después e interrumpió el linchamiento. Los policías subieron al joven al patrullero y se lo llevaron detenido. Ninguno de los vecinos fue aprehendido por la golpiza.

En el barrio San Martín de la capital provincial, un comerciante salió de su negocio y vio que un hombre armado golpeó a un joven de 17 años que estaba en moto. Los vecinos le contaron que un rato antes, el joven le había robado la moto a unas pocas cuadras de allí. “Todo eso pasó en muy poco tiempo y a la velocidad de la luz, pero cuando yo me acerque vi que el joven golpeado era el mismo delincuente que me asaltó a mi cuando hace unos meses, yo tenía este local comercial justo enfrente”, contó el comerciante a un diario de la ciudad.

Varios vecinos reconocieron al supuesto delincuente y se sumaron a la paliza. Le pegaron durante diez minutos y lo dejaron inconsciente. “Evidentemente alguien llamó al 911 porque llegó un patrullero del comando radioeléctrico, y los vigilantes se bajaron del móvil, pegaron un par de gritos, y lograron rescatar al ladrón del piso muy deteriorado, lo subieron al patrullero y lo llevaron a la comisaría 10°”, contó el comerciante.

El joven fue trasladado al Hospital Cullen, donde quedó internado en terapia intensiva.

“Hace dos años, después del triple crimen de Villa Moreno (en el que fueron asesinados tres militantes del Frente Popular Darío Santillán) advertí que había un tendencia de crecimiento hacia procedimientos denominados de violencia escencial”, contó Gabriel Ganón. “El Estado estaba siendo ineficiente. El descrédito que tenía la Policía y el Poder Judicial reafirmaba esa tendencia”, agregó.

Según explicó Ganón, “hay un efecto contagio” en los casos de violencia ejercida por vecinos a supuestos delincuentes y critió el surgimiento, en algunos barrios de Rosario, de las llamadas “Patrullas Vecinales”: “cuando aparecieron todo el mundo lo vio como algo gracioso, ningún funcionario, ni judicial ni del Ejecutivo reaccionó. Nosotros advertimos que de las patrullas vecinales a los linchamientos había un solo pasó, que era algo grave. Ahora el hecho ocurrió y nadie se hace cargo”.