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Entretenido empate en Mendoza entre Boca y River

En la revancha del Trofeo Luis Nofal igualaron 1 a 1 Boca y River en Mendoza, quedando el título para el equipo xeneize. Los goles los marcaron Pavone y Palermo en la primera mitad. El equipo de Falcioni concluyó invicto la pretemporada recibiendo un solo gol en contra en cuatro partidos.

Pavone asegura el 1 a 0, único tanto que recibió Boca en el verano.

Boca y River finalizaron sus encuentros de pretemporada anoche en el estadio Malvinas Argentinas de la ciudad de Mendoza con un entretenido empate 1 a 1. Ante más de 30 mil espectadores, la revancha del superclásico de verano no dejó un ganador al cabo de los 90 minutos pero, por haber ganado en el primer duelo, Boca levantó el Trofeo Luis Nofal.

El partido comenzó con un River agresivo que sorprendió al sólido equipo de Julio Falcioni. A los 5 minutos, un tiro esquinado de Lamela que alcanzó a desviar el arquero García, dio en el palo y sacudió a la defensa xeneize. Dos minutos más tarde, Pavone cabeceó solo un centro perfecto de Buonanotte y puso en ventaja al equipo millonario.

Boca, no sólo no tuvo reacción sino que casi sufre el segundo en lo que hubiera sido el gol de su carrera para Matías Almeyda, quien remató pasando la mitad de cancha y se quedó con el grito en la garganta gracias a la reacción de García, a esa altura el sostén de un equipo que no hacía pie en la cancha.

Casi sin buscarlo, a los 25, con un centro bajo que parecía no llevar peligro, Boca encontraría el empate. El juvenil arquero de River, Chichizola, sorprendido por el pique del balón, dio un rebote alto que aprovechó Palermo para empujar de cabeza a la red e igualar un encuentro en el que Boca estaba siendo superado desde el comienzo.

El empate desorientó a River que podría haberse ido al descanso en desventaja si Caruzzo, que apareció solo, lograba cabecear correctamente un tiro libre de Mouche. La levantada de Boca en el final emparejó en el trámite lo que era igualdad en el resultado.

El segundo tiempo, menos vibrante, mostró mejor parado a Boca, que creció a la par de la figura de Leandro Somoza, quien se adueñó del mediocampo. Lo tuvieron Mouche y Palermo pero no supieron definir ante Chichizola.

El empate conformó a medias a los dos equipos, ninguno quería volver con una derrota a cuestas, pero dejó a Boca con otro trofeo de verano y la sensación de que será un equipo duro de derrotar que peleará entre los primeros puestos. River, por su parte, mostró una cara mucho más saludable que la del pasado encuentro en Mar del Plata y demostró que tiene argumentos válidos para conseguir salir de la zona complicada del promedio que será el primer escollo a vencer en este semestre. Dentro de ocho días comenzará el Clausura y allí deberán demostrar para que están los dos equipos más grandes de la Argentina.