Por Anabel Acevedo

Raimundi presidió el Comité Nacional de la Juventud Radical, luego se integró al FREPASO, fue presidente del ARI en la Provincia de Buenos Aires y diputado nacional por el período 2005-2009. A pesar de sus comienzos en el radicalismo destaca el temperamento político y la valentía del kirchnerismo. Además es autor de varios libros. 

Esta semana se declaró la Constitucionalidad de la Ley de Medios ¿Qué opinión te amerita ese acontecimiento?

Una satisfacción. Sin una visión romántica de la Corte porque demoró cuatro años en el cumplimiento de la ley y a lo largo de esos cuatro años, el Grupo Clarín hizo enormes negociados aprovechándose de la demora de la justicia de la cual la Corte Suprema es muy responsable.  Hay que señalar la necesidad de que el Estado recurra a todos los instrumentos que lo permite para la aplicación plena de la ley y que los grupos cooperativos, el sector público, las organizaciones sin fines de lucro; se hagan cargo de todas las licencias que deja Clarín y cumplan.  Que el Estado pueda hacer que lleguen a todos los rincones del país todas las voces, y no el mensaje único y concentrado de cómplices de la dictadura que hemos tenido hasta ahora.

Ante un nuevo aniversario de la democracia ¿Qué relación presenta con la ley?

Era una asignatura pendiente que estamos cumpliendo paradójicamente cuando se cumplen treinta años de democracia. Sobre los treinta años se los llama así pero prefiero plantear que tenemos treinta años de continuidad institucional, donde hay gobiernos electos por votos. Pero si tomamos en cuenta a la democracia en términos totales las primeras dos décadas de estabilidad institucional expresan la libertad política, pero no alcanzaron a completar la libertad social de la democracia que recién se recupera a partir del 2003. 

Tus comienzos fueron en el radicalismo ¿Por qué decidiste ser parte de este modelo político actual?

Adscribí durante la dictadura a lo que representaba el alfonsinismo y a toda esa primera etapa que estuvo signada por la valentía al Juicio a las Juntas. Pero a poco de andar ese gobierno fue incumpliendo su plataforma original. Desmovilizando tanto a la sociedad como al partido Radical y finalmente -en parte por el contexto general y en parte por su propia ineficacia- termina promulgando las leyes de la impunidad: tanto de Punto Final como de Obediencia Debida, cosa que fueron creando el caldo de cultivo para mi alejamiento definitivo que se produce en los ´90s para formar el FREPASO. Adscribo a este modelo por compartir la misma agenda por la cual intenté luchar toda mi vida: más Estado, más mercado interno, más unidad latinoamericana, más derechos y  justicia social. Por lo tanto, mi paso por el partido radical, que fue el primer paso por mi militancia política, fue cuando Alfonsín había prometido y  se había comprometido a formar un movimiento histórico. Cuando abandona la idea de movimiento y vuelve a la idea de partido pequeño y no de mayorías, no tengo nada más que ver con eso. Esta es la etapa de mi historia política en la cual me siento más identificado con la agenda y con el temperamento político y valentía con la cual se lleva a cabo. 

¿Qué habría que hacer para seguir manteniendo el modelo?

Mantener los valores que lo estructuran: la idea de inclusión, de igualdad y las tres grandes banderas del movimiento nacional: independencia económica, soberanía política y justicia social. Y desplegar todas las políticas que impliquen profundizar esos valores. Tengo sueños, de la argentina que vuelve a fabricar ferrocarriles, mi pecho enarbola a profesionales universitarios, técnicos y operarios jóvenes para que pueblen una vez más las industrias y las fábricas del país, para que eso convierta una Argentina bioceánico que conecte el polo productivo del sur de Brasil con el área más dinámica que tiene en este momento la humanidad que es el Pacífico. Sueño con un sistema integrado de salud donde los pobres y los ricos tengan exactamente el mismo acceso a las políticas de salud y de inclusión. Pero esos son mis sueños, sé que coinciden con los sueños de la presidenta, que es la que conduce el proceso. Pero no me aventuro a decir cuál es el momento en el cual este proceso pueda llevarse adelante porque para eso, es el papel que le compete a la conducción política. Yo puede expresarlo en término de mis anhelos de mis esperanzas. 

Después de las elecciones ¿Cómo te preparas en tu trabajo como Diputado para lo que viene?

Si bien en algunos distritos de la Provincia de Buenos Aires no era lo que esperábamos, no se ha modificado sustancialmente la estructura política del país porque sigue existiendo un centro generador de política que es el gobierno nacional y que ocupa el centro del escenario. Fue mucho más importante para impactar la estructura política del país el fallo de la corte por la ley de medios -porque apunta a la estructura misma del poder- que las elecciones del último domingo que mantienen a un gobierno con mayoría parlamentaria y fortalezas políticas y económicas, como para poder seguir tomando la iniciativa política del país. Lo que tenemos que hacer es respetar esa mayoría e intensificar el proyecto para tener mayoría parlamentaria y en la  sociedad.

Perfil de Carlos

Frase: “Todos los días trato de ponerme a prueba para ver si soy capaz de sostenerle la mirada al joven que fui”. 

Música: Depende de los momentos. Me gusta leer con música clásica. El rock pero también como movimiento social. Pero vibro con la música latinoamericana: Silvio Rodríguez, Mercedes Sosa, Serrat, Spinetta, Sui Generis, Beatles, Bob Dylan; no puedo focalizar en un aspecto musical. 

Libros: Ensayos, novelas. Ahora estoy leyendo el libro de Roberto Perdía sobre “Montoneros”. La última novela que cerré fue Leviathan de Paul Auster. 

Película: “Toda una vida” de Claude Lelouch.

Deportes: Fútbol, juego una o dos veces por semana. Fui karateka.