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Mendoza

Falleció una mujer que esperaba que la Aduana libere un medicamento oncológico

Graciela, de 46 años, padecía cáncer de mama y recibía un tratamiento a través de un programa provincial. Sin embargo en diciembre pasado llegó la peor noticia: la droga que requería estaba en falta ya que era importada y estaba retenida en el Puerto de Buenos Aires. Una jueza ordenó al gobierno suministrar el remedio, pero lo autorizaron días atrás cuando ya era tarde.

El miércoles pasado, Graciela Guardia, una mujer mendocina de 46 años que padecía cáncer de mama desde hace seis años, falleció a la espera de que la Aduana libere un medicamento para continuar su tratamiento oncológico.

En diálogo con el portal local Vox Populi, su marido Osvaldo Quiroga, contó todos los procesos por los que pasaron y se lamentó al indicar que “por culpa de la burocracia y la política, el remedio quedó varado en la Aduana. Tuvimos que hacer una presentación judicial y aun así seguía sin llegar a Mendoza”.

Según relató el hombre, como no tenía obra social, la mujer recurrió al Ministerio de Salud desde donde hasta fines del año pasado, a través del Programa Oncológico provincial, se le prestaba el tratamiento de quimioterapia. Si bien vieron problemas en la provisión de medicamentos, en el mes de diciembre, las autoridades le informaron que debían interrumpir el tratamiento porque la droga que requería estaba en falta ya que era importada y estaba retenida en la Aduana.

La suspensión del tratamiento empeoró el estado de salud de Graciela, debido a una metástasis, y en los últimos meses su panorama se volvió crítico. Su familia decidió entonces recurrir a la Justicia, pero el juzgado Civil 20, a cargo de María Cousirat, recién hizo lugar al reclamo el 20 de marzo, obligando al Estado a proveerle la droga.

Considerando que el caso de Graciela era de una situación de extrema urgencia, sabiendo que “el no aplicar un determinado tratamiento durante un período de tiempo puede acarrear consecuencias que luego resulten irreversibles o de muy difícil reversión”, en su dictamen la jueza resolvió “ordenar al Gobierno de la Provincia que suministre a la actora la cantidad suficiente que requiera para llevar a cabo su tratamiento diario de la droga TDM 1 Kadcyla de 2,4 mgr”.

Sin embargo, un mes después de la orden judicial, la droga fue liberada pero ya era tarde: la mujer falleció sin haber recibido el tratamiento.

“Unos días antes de que muera mi esposa finalmente llegó el medicamento. Eso es lo que más bronca me da, porque a esa altura ya no pudimos suministrarla. No había forma de aplicarla, el estado de Graciela era terminal”, dijo conmocionado su esposo.