Treinta y un personas fueron detenidas acusadas de integrar una megabanda de piratas del asfalto, durante medio centenar de allanamientos en los que se secuestraron unos nueve millones de pesos en mercadería robada, armas, vehículos, uniformes policiales y chalecos antibalas.

Al respecto, el jefe de la policía de la provincia de Buenos Aires, Juan Carlos Paggi, aseguró que se trata de «la banda más importante de los últimos veinte años que fue desbaratada íntegramente en todos sus escalones de conducción y operatividad».

Además, Paggi explicó que en algunas oportunidades, los asaltantes simulaban formar parte de una fuerza de seguridad para concretar el hecho, y utilizaban uniformes y chalecos similares a los de la policía.

Luego, los asaltantes utilizaban inhibidores de alarmas satelitales y llevaban el camión hasta galpones, donde se hallaban distintos grupos operativos que descargaban la mercadería, la subían a camionetas y, en pocos minutos, ya salían a repartirla.

Según un jefe policial «la mercadería que robaban ya la tenían ubicada en distintos locales para venderla».

Por su parte, el ministro de Seguridad y Justicia bonaerense, Ricardo Casal, aseguró que se trata de una banda «muy importante» y que el trabajo realizado por la fuerza de seguridad fue «altamente exitoso».

«Es una banda con más de treinta integrantes, con una alta tecnología, con inhibidores de celulares, y hasta un técnico electrónico que fabricaba esos inhibidores», sostuvo el ministro.

Fuentes policiales confirmaron que la banda actuaba desde hace seis meses especialmente en la zona del noroeste del conurbano bonaerense y seleccionaba los transporte en relación al valor de la mercadería a robar, que nunca era menor a los 250 mil pesos.

A partir de la reconstrucción de pesquisas, se determinó que los delincuentes interceptaban a los camiones cuando circulaban por la autopista Panamericana, el Acceso Oeste, la avenida General Paz, el Camino del Buen Ayre y las rutas aledañas.

A su vez, en los allanamientos se secuestraron 23 armas cortas y largas, diez vehículos, uniformes policiales, chalecos antibala, municiones punta hueca e inhibidores satelitales, entre otros.

Personal de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía bonaerense realizó más de medio centenar de allanamientos en el conurbano y en la Capital Federal.

Finalmente Paggi aseguró que entre los detenidos «hay algunos empleados infieles que avisaban cuándo salían los camiones con la mercadería, tanto del puerto o de algunos lugares donde estaba acopiada a la espera de que se produzca su venta legal».