El foco de conflicto por el cual la jueza Elena Liberatori hizo lugar a un amparo presentado por el abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez es la cláusula 3.2, según la cual el gobierno porteño  condonaba una deuda de alrededor de los 2 mil millones de pesos en concepto de ingresos brutos, por lo que  ambas empresas señalaron que “no mantienen deudas con la Ciudad y no corresponde que dichas entidades paguen el impuesto a los Ingresos Brutos” al argumentar que la autonomía de la Ciudad no incluye “la administración del juego, como así tampoco el puerto y la policía” y que “no tiene potestad para generar un cobro” o “la exigencia del pago de un gravamen o impuesto sobre esas concesiones”.

“Como no corresponde que el Hipódromo Argentino de Palermo y el Casino Puerto Madero paguen Impuesto a los Ingresos Brutos, la ciudad de Buenos Aires nunca pudo haber condonado una deuda que nunca existió. Así lo estableció la justicia”, se agrega en el texto, sin embargo, desde la administración porteña sostienen la existencia de la mencionada deuda, que se estima en 2 mil millones de pesos, y que se encuentra en manos de la Justicia la posibilidad de cobrarla.

Por otro lado, en la solicitada se explica el convenio firmado al señalar que “con el objeto de propender al bien común, y en aras de mantener la armonía, la Nación y la Ciudad celebraron un convenio en el año 2003 que estableció la distribución” entre ambos “de los ingresos que recibe la Nación por los impuestos directos al juego”, al tiempo que se añade que “en diciembre de 2013 se aprobó una ampliación al citado convenio con el objetivo de mejorarlo, estableciendo incluir ingresos del juego que recibe Lotería Nacional por más de 200 millones de pesos”.

“En dicha ampliación, Lotería Nacional incluyó, a través de un cánon especial, que las concesiones del Casino Puerto Madero y del Hipódromo Argentino de Palermo aporten adicionalmente tres puntos porcentuales de sus ingresos (300 millones de pesos) para cedérselos de igual modo a la Ciudad”.

Sobre el freno que dispuso Liberatori, Gil Domínguez explicó que “al establecer este convenio una cláusula que permite un perdón de dos mil millones hacia atrás del pago de los Ingresos Brutos por parte del juego y una renuncia expresa a futuro de cobrarlos, me parece que está violando lo que la Ciudad ha regulado en su Constitución”.

El foco de conflicto por el cual la jueza Elena Liberatori hizo lugar a un amparo presentado por el abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez es la cláusula 3.2, según la cual el gobierno porteño  condonaba una deuda de alrededor de los 2 mil millones de pesos en concepto de ingresos brutos, por lo que  ambas empresas señalaron que “no mantienen deudas con la Ciudad y no corresponde que dichas entidades paguen el impuesto a los Ingresos Brutos” al argumentar que la autonomía de la Ciudad no incluye “la administración del juego, como así tampoco el puerto y la policía” y que “no tiene potestad para generar un cobro” o “la exigencia del pago de un gravamen o impuesto sobre esas concesiones”.

“Como no corresponde que el Hipódromo Argentino de Palermo y el Casino Puerto Madero paguen Impuesto a los Ingresos Brutos, la ciudad de Buenos Aires nunca pudo haber condonado una deuda que nunca existió. Así lo estableció la justicia”, se agrega en el texto, sin embargo, desde la administración porteña sostienen la existencia de la mencionada deuda, que se estima en 2 mil millones de pesos, y que se encuentra en manos de la Justicia la posibilidad de cobrarla.

Por otro lado, en la solicitada se explica el convenio firmado al señalar que “con el objeto de propender al bien común, y en aras de mantener la armonía, la Nación y la Ciudad celebraron un convenio en el año 2003 que estableció la distribución” entre ambos “de los ingresos que recibe la Nación por los impuestos directos al juego”, al tiempo que se añade que “en diciembre de 2013 se aprobó una ampliación al citado convenio con el objetivo de mejorarlo, estableciendo incluir ingresos del juego que recibe Lotería Nacional por más de 200 millones de pesos”.

“En dicha ampliación, Lotería Nacional incluyó, a través de un cánon especial, que las concesiones del Casino Puerto Madero y del Hipódromo Argentino de Palermo aporten adicionalmente tres puntos porcentuales de sus ingresos (300 millones de pesos) para cedérselos de igual modo a la Ciudad”.

Sobre el freno que dispuso Liberatori, Gil Domínguez explicó que “al establecer este convenio una cláusula que permite un perdón de dos mil millones hacia atrás del pago de los Ingresos Brutos por parte del juego y una renuncia expresa a futuro de cobrarlos, me parece que está violando lo que la Ciudad ha regulado en su Constitución”.