El intendente de Famatina, Ismael Bordagaray, se encadenó junto a 50 personas a la Casa de Gobierno de La Rioja, acusando una “asfixiante crisis económica” que vive el departamento riojano que encabeza.

La medida de protesta comenzó durante las 6 de la mañana de la jornada de ayer cuando el jefe comunal y una serie de colaboradores se posicionaron en la puerta de la sede riojana para denunciar al gobernador Beder Herrera por someter a la localidad a un «ahogo financiero», como “castigo” porque sus pobladores se oponen a la megaminería. 

Esta mañana, en diálogo con radio Alfa de Tinogasta, el mandatario indicó que se tomó “vamos a seguir: no nos vamos a mover hasta no tener una solución, nos acompañan concejales, la vice intendenta, asambleístas, el cura párrcoco, somos un poco más de 50 personas la que estamos protestando».

Según manifestó Bordagaray, la gobernación de La Rioja debe a la comuna más de 3 millones ya que hace 18 meses no abona los fondos para gastos de funcionamiento e impuestos coparticipables. 

Esta situación “nos pone al borde de no poder brindar los servicios básicos y esenciales» dijo Bordagaray y remarcó que su departamento atraviesa un momento agobiante: «Estamos en una situación financiera terminal, ni siquiera tenemos la posibilidad de pagarles a los proveedores».lo que one en alerta el “normal funcionamiento de nuestro municipio».

En este marco, el intendente de Famatina le pidió al Beder Herrera que le deposite la partida presupuestaria que le corresponde, además aseguró que está dispuesto a seguir en el lugar el tiempo que sea necesario.

«La única verdad es que Beder no nos quiere dar el dinero porque nos opusimos a los proyectos megamineros, pero nosotros seguiremos oponiedonos y también seguiremos reclamando lo que nos corresponde», señaló.

Por ultimo, Bordagaray agradeció el constante apoyo de los asambleístas tinogasteños y explicó que él y los habitantes de la Famatina tomaron la decisión de manifestarse de esa manera después de que el Superior Tribunal de Justicia denegara un recurso de amparo y la Cámara de Diputados no le diera tratamiento parlamentario al problema financiero que asfixia a la localidad riojana.