A poco más de dos años de su inauguración, los carriles exclusivos para el Metrobus ubicados en la avenada Juan B. Justo no son respetados por una gran parte de motociclistas y otros conductores de vehículos.

En el  horario de menos congestionamiento, cada  minuto y medio, una moto invade los carriles centrales asignados a los buses rápidos 

Además, este medio constató otro fenómeno que ya es habitual: autos, ambulancias sin sirena y hasta micros escolares también se adueñan de los carriles destinados al transporte público, aunque con menos frecuencia que los motociclistas.

El Código de Tránsito castiga con multas que llegan hasta los $240 y la quita de la licencia para conducir a quienes invadan los carriles para el Metrobus y las bicisendas.

Sin embargo, y como puede verse en los 12 kilómetros de extensión que tiene el Metrobus Juan B. Justo, esta sanción no suele ser aplicada, ya que raramente se encuentran agentes de tránsito o de control policial.