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Una nueva resolución de ONU citó a Inglaterra al diálogo por Malvinas

El titular del Comité de Descolonización de ONU aceptó el pedido argentino de transmitir al canciller británico la nueva propuesta al diálogo inmediato "sin precondicionamientos ni exigencias" sobre la soberanía de Malvinas y en seguida se aprobó la resolución.

Una vez concluido el discurso de Timerman y hecha la propuesta de diálogo a la presidencia del Comité de Descolonización de la OEA, el llamamiento al Reino Unido se aprobó sin objeciones y se convirtió en resolución del organismo, la que fue coronada por un cerrado aplauso.

El Comité de Descolonización de Naciones Unidas aprobó hoy una resolución que pide a los gobiernos de Argentina y el Reino Unido reanudar las negociaciones para encontrar una resolución pacífica a la controversia sobre la soberanía de las Islas Malvinas.

El texto, patrocinado por Bolivia, Chile, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela fue aprobado por consenso, ante la presencia de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández.

El canciller Héctor Timerman pronunció un discurso por más de 30 minutos en Nueva York e insistió hoy ante el Comité de Descolonización de Naciones Unidas en reanudar inmediatamente el diálogo por la soberanía de las islas Malvinas con su par del Reino Unido, y señaló que tenía instrucciones presidenciales para hacerlo, sin precondiciones ni exigencias, pidiéndole a la presidencia del organismo que, ante la ausencia del representante británico en la sesión, se encargara de transmitir al canciller del Reino Unido la nueva invitación al diálogo.

Asimismo, indicó que «reitera su solemne compromiso de resolver» la Cuestión Malvinas «por medio del diálogo», pero «lamentablemente el fin de la controversia está secuestrado en Londres».

El canciller afirmó además que «hoy queda en evidencia que el anacrónico conflicto colonial y la obstinación en rehusar el llamado al diálogo irrita a cada vez más países que se manifiestan en diferentes foros internacionales y que la usurpación de los territorios no solamente ofende a la Argentina sino a toda la región, pues reconoce la causa como propia».

Timerman dijo, al participar del Comité de Descolonización de la ONU donde fue abordada la disputa por la soberanía de las islas Malvinas, que el «silencio» y la «ausencia» de Gran Bretaña en la sesión «ponen en evidencia ante la comunidad internacional su negativa a acatar las resoluciones de Naciones Unidas, escudándose en una alegada voluntad de la población que implantó artificialmente en territorio argentino».

El jefe de la diplomacia argentina resaltó al respecto que «la parte británica se encuentra sin excusas para continuar evadiendo el diálogo, y por ello, recurrió a un nuevo intento de manipulación de la Cuestión Malvinas al pretender transformar al ocupante colonial en víctima y al país cercenado de parte de su territorio en el victimario».

Ello «mediante la organización de una consulta en las islas con resultado cantado», adhirió el canciller aclarando que las Naciones Unidas «no convocaron ni aprobaron la iniciativa».

Así, «Londres arma y desarma consultas de acuerdo a sus circunstancias estratégicas», aseveró Timeman citando ejemplos como lo ocurrido cuando el gobierno británico «no consultó a los habitantes de Hong Kong» al restituir dicho territorio ni «tampoco tomó en cuenta la voluntad de las autoridades democráticamente electas por el pueblo de las Islas Turcas y Caicos, en 2009, cuando suspendió la administración local del gobierno para transferirla al `gobernador´ de la Corona».

En ese sentido, el canciller aseguró que «lo que resulta paradójico es que para legitimar esta estrategia antijurídica el Reino Unido invoca la libre determinación de los pueblos».

Sin embargo este principio «tan respetado por la Argentina que ha permitido la liberación de más de 80 antiguas colonias, muchas de ellas británicas», no debe «ser manipulado para consagrar la perpetuación de una situación concebida e ideada por una potencia colonial», aseveró.

Acompañado de una comitiva integrada por gobernadores y legisladores oficialistas y opositores, el titular del Palacio San Martín explicó a los presentes que «Gran Bretaña ocupa las Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes por su valor estratégico y por la apropiación ilegítima de sus recursos naturales».

«Esos motivos y no otros son las verdaderas razones de la presencia militar británica en el Atlántico Sur», señaló.

Por último, Timerman afirmó que Argentina «está sentada a la mesa del diálogo. Naciones Unidas lleva casi medio siglo reclamando la resolución pacífica de la controversia» mientras que «los pueblos de América Latina y el Caribe, África y Asia ya se han expresado», sin embargo, «lamentablemente el fin de la controversia está secuestrado en Londres».

Por su parte, «Argentina reitera su solemne compromiso de resolver la Cuestión que hoy tratamos por medio del diálogo entre dos gobiernos democráticos y respetando el mandato de las resoluciones de Naciones Unidas».

La delegación argentina estuvo integrada por los gobernadores Fabiana Ríos (Tierra del Fuego), Antonio Bonfatti (Santa Fe) y Maurice Closs (Misiones), así como por la embajadora en nuestro país ante la ONU, María Cristina Perceval.

Acompañaron asimismo el reclamo por la Cuestión de las Islas Malvinas, los senadores Marina Riofrio (FpV, San Juan), Osvaldo López (ARI, Tierra del Fuego) y Rubén Giustiniani (Partido Socialista, Santa Fe), los diputados Guillermo Carmona (FpV), Carlos Heller (FpV), Juan Carlos Zabalza (Partido Socialista) y Pablo Tonelli (PRO), mientras que la Unión Cívica Radical no envió ningún representante.

La sesión, contó también con la participación de los peticionarios, María Angélica Vernet, tataranieta de Luis Vernet (autoridad a cargo de la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas al momento de la usurpación británica en 1833) y Alejandro Betts, argentino nacido en Malvinas y residente en la provincia de Córdoba desde la década de los ´80.

En la sesión del Comité llevada adelante en el edificio central de Naciones Unidas en Nueva York, las delegaciones de Cuba, en nombre de la CELAC; Venezuela; Bolivia; Perú, en nombre de UNASUR; Costra Rica y Brasil, entre otras, pidieron la palabra para apoyar el reclamo argentino en la Cuestión Malvinas coincidiendo en la necesidad de concretar el diálogo bilateral con el Reino Unido para solucionar el diferendo.

China brindó también su apoyo a la causa argentina recordando que la Asamblea General de la ONU ya aprobó numerosas resoluciones sobre la Cuestión Malvinas y convocando a la reanudación de las negociaciones pacíficas con Gran Bretaña; mientras que Rusia, también expresó la necesidad de lograr una solución bilateral y pacífica, manifestando asimismo su condena a los ensayos militares en la zona.

San Vicente y Granadinas (ex colonia británica y único país del Caribe que tomó la palabra), manifestó a su vez su preocupación por la falta de avances en la resolución del conflicto, declaró su oposición al referendo realizado en las Islas por Gran Bretaña en marzo y expresó el apoyo de su país y de las naciones caribeñas al principio de autodeterminación y anticolonialismo.