Política

“Pedimos al mundo que tome cartas en el asunto”

Así lo marcó el ministro de Economía Kicillof en la OEA que aprobó una declaración de respaldo a Argentina. Mientras el canciller Timerman aclaró que Argentina "pretende pagar", aunque no va a "liquidar" a su propio pueblo "para que cobren los fondos buitre".

Ambos funcionarios expusieron ante la OEA.

El titular de Hacienda advirtió que el fallo del juez Thomas Griesa genera una «situación desquiciada» y «pone en riesgo futuras reestructuraciones» y al sistema financiero global. 

 

Kicillof y el canciller Héctor Timerman participaron en Washington de una reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de los países miembro de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la que subrayaron la predisposición al «diálogo» del país y ratificaron la presencia de la delegación argentina en la reunión convocada para el lunes por Daniel Pollack, el mediador designado por el juez Griesa. 

 

La exposición de Kicillof se extendió por espacio de 45 minutos y solicitó «al mundo y a la OEA que tome cartas en el asunto y acompañe a la Argentina en evitar que un juez ponga en riesgo todo lo que la Argentina hizo para levantarse» de la crisis que hizo implosión en el 2001. 

 

Kicillof señaló que el fallo del juez Griesa «pone en riesgo las futuras reestructuraciones, como lo han dicho Estados Unidos y el FMI, que acompañaron como un ‘Amicus Curiae’ en primera instancia». 

 

El titular de Hacienda, que utilizó diversos gráficos durante su alocución, ratificó que el lunes nuestro país va a concurrir «a hablar con el mediador del juez Griesa” pero le pidió “al mundo que acompañe a la Argentina para que no se voltee todo lo que se hizo desde el 2001. Para que un grupo minúsculo de especuladores no ponga en riesgo todo el esfuerzo que ha hecho el país para que sus chicos coman, para que se eduquen y tengan salud». 

 

Sobre la futura negociación, el ministro de Economía reiteró que «Argentina está comprometida con el diálogo (con los holdouts) pero pide igualdad de condiciones”. 

 

“No podemos hacerlo bajo condiciones de extorsión». «Argentina quiere negociar de buena fe. Quiere hacerlo en condiciones justas y legales y que contemple al 100% de los acreedores», reiteró Kicillof. 

 

En tanto, Timerman, destacó «el carácter político de esta disputa con los fondos buitre, quienes utilizando lobby, medios de comunicación, medios financieros, quieren controlar el sistema financiero internacional y adaptarlo a sus necesidades». 

 

El canciller dejó en claro que Argentina «pretende pagar», aunque no va a «liquidar» a su propio pueblo «para que cobren los fondos buitre», al enfatizar que el país «va a seguir negociando con los holdouts».

 

En ese marco, Timerman reiteró que «la Argentina jamás va a abandonar al pueblo argentino para favorecer a los fondos buitre», al referirse a un pedido formulado por el secretario general de la Organizaciones de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-Moon, quien instó al país a evitar que un default afecte a los sectores más vulnerables de la población. 

 

Advertencia de Insulza

 

Previamente, el secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, advirtió que «la situación provocada por los fondos especulativos en contra de la economía argentina, no solo daña al país, sino a toda la región». 

 

Al tiempo que subrayó que «para algunos actores indeseados en la economía global, la crisis de los estados no es un problema para ellos y por eso se les llama fondos buitre». 

 

«Sobrevuelan la economía global buscando oportunidades sin importarles que sus beneficios redunden en el sufrimiento y en la pobreza. Compran barato y ganan mucho», disparó el diplomático chileno. 

 

La reunión de consulta de ministros de relaciones exteriores realizada en la sede de la OEA contó con una importante presencia de cancilleres de países miembros del organismo que viajaron especialmente a Washington. 

 

En el encuentro estuvieron presentes el canciller de Bolivia, David Choquehuanca; su par de Brasil, Luiz Figueredo; el ministro secretario General de Gobierno de Chile, Álvaro Elizalde; y la canciller de Colombia, María Angela Holguín. 

 

También estuvieron presentes la canciller de Honduras, Mireya Agüero; su par de México, José Antonio Meade; el vicecanciller de Nicaragua, Denis Moncada; su par de Perú, Juan Fernando Rojas Samanez; el canciller de Paraguay, Eladio Loizaga; el vicecanciller de República Dominicana, Carlos Castaneda Magaña; el ministro de Justicia de Suriname, Edward Belfort; el canciller de Uruguay, Luis Almagro; y su par de Venezuela, Elías Jaua, entre otros.

 

Tras la exposición de los funcionarios argentinos, se aprobó una declaración en «respaldo a la posición de Argentina en la reestructuración de su deuda soberana», en la que se calificó como «esencial para la estabilidad y predictibilidad de la arquitectura financiera internacional, garantizar que los acuerdos alcanzados» sean «respetados». 

 

El documento no fue acompañado por Canadá y cuenta con una nota de «pie de página» agregada a solicitud de la representación de Estados Unidos, en la que ese país sostiene que «no puede dar apoyo a la declaración» y que «el tema sigue en manos del sistema judicial en los Estados Unidos».