La casa de estudios abarcará en principio las necesidades de los partidos de Cañuelas, Chascomús, Magdalena, General Paz, Monte, Lobos, Navarro, General Alvear, General Belgrano, La Flores, Roque Pérez, Saladillo y Veinticinco de Mayo.

El intendente de Cañuelas, Gustavo Arrieta, entregó al presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, un anteproyecto para la creación de la Universidad Nacional del Salado, un complejo académico que abarcaría las necesidades de los partidos de esa región bonaerense.

Según información de la comuna cañuelense, el plan de acción propone a esa ciudad como centro de la casa de altos estudios, aunque se proyecta que también responda a los requerimientos de los otros partidos de la cuenca: Chascomús, Magdalena, General Paz, Monte, Lobos, Navarro, General Alvear, General Belgrano, La Flores, Roque Pérez, Saladillo y Veinticinco de Mayo.

El embrionario programa fundamenta que ese sector de la provincia concentra alrededor del 25 % de la producción de granos del país, el 30 % de la ganadería y constituye un núcleo tambero de importancia, por lo que aspira a generar dentro de ese ámbito territorial, distintas carreras que tengan que ver con producción de agroalimentos, tecnologías aplicadas a la producción y al agregado de valor en origen.

Se trata específicamente de carreras relacionadas con la Veterinaria, Ciencias Agrarias, Ingeniería en Alimentos, y todas aquellas ingenierías y licenciaturas que articulen las producciones de materias primas y el procesamiento en los parques industriales de la región.

“Verdaderamente la propuesta fue muy bien recibida y ya el presidente del cuerpo agendó una próxima reunión formal para el mes de febrero con otros diputados de la comisión de educación e intendentes de la cuenca”, dijo Arrieta, tras la reunión con Domínguez.

Además, el jefe comunal remarcó que el titular de la Cámara “demostró un gran compromiso al conocer el proyecto.

De acuerdo a los lineamientos correspondientes, la creación de la universidad nacional abarcaría un tiempo de entre dos y cuatro años, en el cual debe ser sancionado en principio por la cámara de diputados de la Nación y, luego, contar con la aprobación de la CONEAU.

Vale remarcar que esta iniciativa se hizo pública en octubre, cuando Gustavo Arrieta aún era ministro de Asuntos Agrarios bonaerense. 

Por ese entonces, confió a la prensa que el proyecto nació con el fin de consolidar el desarrollo de la cuenca del Salado en la matriz productiva de la Provincia, logrado en los últimos 10 años.

Asimismo, admitió que al ser poblaciones con menos de 100 o 150 mil habitantes, “es necesaria una articulación regional”, aunque ratificó que “estamos en condiciones de generar los acuerdos”.