El pedido de los bloques opositores fue formulado en el inicio de la sesión de hoy, en la que está previsto el debate de proyectos de ley sobre el pago de la deuda externa y sobre medidas para los consumidores.

La solicitud del bloque de la UCR, respaldada por el socialismo, UNEN y el peronismo disidente, motivó un fuerte repudio de parte de los senadores del oficialismo, que pidieron la palabra para oponerse a la solicitud de licencia.

Al respecto, el jefe del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, aclaró que el vicepresidente formaba parte del Poder Ejecutivo y no del Poder Legislativo, y pidió someter a votación la propuesta, algo que se concretó al final de las exposiciones sobre el tema y que hizo que la solicitud de licencia fuera rechazada.

El senador Salvador Cabral (Frente Renovador de la Concordia, Misiones) fue el primer legislador del bloque del FPV en pedir la palabra en defensa de Boudou y en cuestionar los planteos de los bloques opositores.

La intervención de Cabral, quien aseguró que «no existe el bloque de los malos y el bloque de los buenos» e hizo un repaso de hechos históricos en los que acusó al radicalismo de estar involucrado en episodios de corrupción, generó fuertes cruces e interrupciones de parte de los miembros del bloque radical.

El veterano legislador Cabral acusó al radicalismo y al socialismo de tener «las manos manchadas de sangre del pueblo argentino» y aseguró que muchas veces «los radicales se tuvieron que ir disparando porque no sabían qué hacer con el poder».

Al fundamentar el pedido de renuncia, el radical Gerardo Morales consideró que la presencia de Boudou al frente de las sesiones del Senado «entorpece el funcionamiento» del cuerpo y causa «malestar».

«No avanzamos en su posición de vicepresidente de los argentinos sino en su cargo como presidente del Senado», explicó el radical Morales.