Política

Por Anabel Acevedo

«Se recuperó la política como herramienta de transformación»

Marcelo Koenig, hace un año que es director de la Escuela Nacional del Gobierno desde donde se dedican a la formación de cuadros. Es candidato a Diputado por la Provincia de Buenos Aires para el Frente para La Victoria. Y representante a nivel nacional del JP Descamisados.

"Hay montones de cosas que faltan" reconoce Koening.

En una entrevista con El Mensajero Diario habla de todo: la necesidad de crear cuadros políticos en todo el país, el neoliberalismo, la ley de medios, Latinoamérica, la participación de la juventud, cómo interpelar al sector medio de la sociedad.

  ¿En qué consiste la formación de cuadros de la Escuela de Gobierno?  La Escuela de Gobierno es una instancia del Estado que plantea generar una proliferación del gobierno, y como tal tiene distintos escalones de la formación política. Porque nosotros creemos que un mejor gobierno no es en el que está solamente presente lo técnico y ausente lo político. Sino que cuando lo político le pone sus objetivos y sentidos a lo técnico, se complementan con la formación técnica. Es decir, parte del escalón de la formación política termina con la cuestión de la gestión, entendiendo la gestión no solamente como una botonera donde uno aprieta los botones correctos, de acuerdo a su formación técnica. Sino como una serie de intereses, incluso hasta un modo de cómo se gestiona. Nosotros trabajamos acá con la idea de la gestión participativa, con la idea de pensar a la democracia en sí, no como una democracia delegativa o con una estructura funcional; sino como una construcción colectiva, en donde las decisiones son de la mayoría. La democracia es como decía Perón Democracia es en donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere. Y para hacer esto que el pueblo quiere, tenemos que ir construyendo participación, mecanismos de decisión del conjunto del pueblo. Por eso la Escuela Superior de Gobierno es una instancia que arranca de la cuestión de la formación política y que plantea también la formación de cuadros del Estado. 

  ¿Cómo son los programas, los contenidos?  El programa más importante que tenemos es el Programa Federal de Formación Política porque se da en más de 100 aulas en todo el país. La escuela fue creada en los noventa, con una matriz neoliberal, en dónde se planteaban diferentes cuestiones como que había que hacer cuadros meramente técnicos. Entonces la gestión era meramente una gestión técnica, con lo cual contrabandeaban la ideología que era el neoliberalismo, solamente en Buenos Aires, los profesores solo podían ser profesores universitarios, y para cursar solamente se lo podía hacer con recomendación de los partidos políticos de representación parlamentaria: se reducía la política a un pequeño grupo de partidos. Nosotros planteamos romper todos esos esquemas. Hoy el programa se da en cualquier lugar de Argentina donde haya gente con voluntad de formarse políticamente. Gira en torno a cuatro ejes: economía, historia, teoría política y herramientas de conducción política. No hace falta más que la propia voluntad, ningún otro requisito. Los docentes son de los propios lugares en donde la escuela produjo a través de manuales contenidos de esa formación pero se da mediante técnica de educación popular. Gran parte del monopolio de medios, lo que hace es que permanentemente la gente del interior se fume los problemas de Buenos Aires. El otro día estaba en Tartagal haciendo una inauguración de un aula, y estaba la televisión prendida en una noticia que duró 15 minutos sobre los problemas de los subtes y en Tartagal nunca va a llegar el subte. Y de alguna manera esto también repercute en la formación política, tiene que ser aplicada por tipos que tengan conocimientos del lugar en donde accione la política. Porque gran parte de la formación política es la reflexión sobre la práctica. No es una especie de cassette, que te lo ponen y ya sos un cuadro político. La formación de un cuadro político implica siempre el desarrollo de la práctica política de alguna manera lo que estamos haciendo es fortalecer. Porque como decía Perón La política, que es un arte, tiene también sus reglas técnicas como cualquier arte. Que no suplen al genio, vos podes saber cómo esculpir el mármol pero no te va a salir La Piedad. Como todo, requiere un alto porcentaje de transpiración y un alto porcentaje de inspiración.   La otra cosa que rompió también, la Escuela de Formación es la cuestión de que la formación política sea cara a cara. En los últimos había mucha formación virtual, está buena pero en la formación política la relación cara a cara es insustituible, ese es el gran eje sobre el cual nosotros pivoteamos. Después hay un montón de otras cuestiones que hacen más a lo eso sería una formación de piso. A partir de ahí vamos trazando otros escalones, otras cuestiones que van desde debates en torno a las cuestiones del Estado, pensar la patria. También hacemos un seminario, en donde se plantea el tema del protagonismo popular en las políticas públicas; en que se debatir con aquellos que se ponen las políticas públicas al hombro. 

  ¿Cuál es la vinculación con Descamisados?  Se relaciona en principio en la personería soy también el Representante a nivel nacional de Descamisados. Nosotros creemos que todas las políticas del Estado deben ser universales, para cualquiera que quiera participar. Las primeras personas que llegaron lo que hacían era solamente alimentar su propia organización, el paradigma es Libres del Sur. Que llegó a instancias del Estado y lo único que hacía era alimentar su propia orbe. Creemos que eso es un error político terrible, que lo que hay que hacer es generar cosas para todos y todas como diría la presidenta que no hay que alimentar solo la propia organización es una falta de responsabilidad política en el espacio que te dan en el Estado, si uno eso lo utiliza solo para eso. Si no fuera Descamisado no estaría sentado acá, eso es claro y en ningún momento se me olvida. Pero estoy sentado en un lugar del Estado que es de todos los argentinos. Por eso hay algunas cosas que nosotros hacemos estrictamente desde lo político. Y otras cosas que lo hacemos desde la política pública.    ¿Con el ejemplo de Tartagal que comentaste, qué pensás de la ley de medios? Ahora se van a cumplir cuatro años de una de las leyes más participativas. Porque no solamente fue construida por un largo reclamo que casi 20 años encabezó la coalición por una ley democrática, que tuvo montones de peleas de la sociedad civil, del conjunto del pueblo, de aquellos afectados por construir una ley más acorde a los nuevos tiempos. Si no fuera suficiente vergüenza que esa ley, es un decreto firmado por Videla y Martínez de Hoz, si no fuera suficiente razón para cambiarla. Pero que además de eso, una vez redactada la ley se sometió a foros, se discutió en universidades. La verdad que fue la ley más participativa. Es una ley que permite, no solamente, la democratización de la palabra sino también la federalización de la palabra. Que las expresiones de cada uno de los pequeños segmentos que componen la sociedad argentina se plasmen: las comunidades originarias, las organizaciones sin fines de lucro. Es una ley transformadora y revolucionaria que hoy todavía no se está aplicando porque hay una fuerte resistencia de los monopolios y que nos demuestra también es que el gobierno y el poder no son siempre lo mismo. Uno puede tener el gobierno, y no necesariamente tener el poder. Fue lo que desnudó también para qué intereses juega la corporación judicial y como juega en bloque para defender los intereses de los grupos económicos. Fue la punta de un ovillo mucho más grande porque nosotros creemos a diferencia de muchos otros candidatos que creen que mirar las cosas lindas y evitar el conflicto que siempre las cosas son productos del conflicto. Los avances populares son producto del conflicto porque la política como dijo Cristina cuando presentó a todos los candidatos de Frente para la Victoria, es siempre disputa de intereses, de interese materiales, concretos. A partir del conflicto es como se avanza. Y a medida que fuimos tocando conflictos fueron pateando chanchos y apareciendo los dueños de los chanchos en cada conflicto aparece un nuevo interés corporativo entrelazado con el anterior. Porque hay candidatos como Massa que dicen Yo estoy a favor de la Asignación Universal pero no estaba en contra de las AFJP; y la Asignación Universal es posible en la medida en que el Estado recuperó el ahorro de los trabajadores a través de su aporte jubilatorio. El proceso político va para adelante en la medida en que pedaleamos. Esto es como una bicicleta mientras mantiene su equilibrio yendo para adelante pero hay que hacer fuerza. Y esa fuerza es el conflicto, es meternos con los intereses de los tipos que la tienen. La torta se reparte pero no en partes iguales, sino en torno al poder.

En un discurso Cristina habló sobre las críticas que reciben los candidatos y que tienen que responder con acciones ¿Qué te parece? La disputa y la discusión con el otro que es la encarnadura de los proyectos, es parte del folklore de la política. La idea de las propuestas es quizás lo diferente porque lo que uno ve es que tenemos una oposición muy pobre en torno a sus ideas y propuestas. Candidatos que son solamente una sonrisa que cuando se enciende las luces de las cámaras repiten consignas como loritos. El paradigma más claro de esto es esa imagen que logran recoger los medios con un tipo que le decía a Macri qué tenía que responder. Esa máquina de tirar consignas no es una propuesta. Porque no propone una política pública que sea debatible. Entonces tenemos una doble responsabilidad, primero como Estado, como gobierno venimos desarrollando unas políticas públicas que hay que defender. Pero también de cara a la sociedad, tenemos la obligación de pensar para adelante y revindicar la década que ganamos. Y acordarnos de todas estas cosas que se hicieron durante estos diez años sino también pensar cuál es el rumbo de las cosas que vamos a hacer. Y en esto también se inscriben las propuestas. Porque a nosotros no nos votan por lo que hicimos sino por lo que vamos a hacer. Nosotros somos los que creemos que la patria que soñamos no es esta que tenemos sino que queda en el futuro. Y en esa construcción del futuro tenemos que ir trazando una estrategia y tenemos que hacer un camino. Y todo tiene que ver con las propuestas. Es decir, la continuidad del camino es la continuidad del rumbo que venimos teniendo desde el 2003 a esta parte. Ninguna de esas propuestas es posible si no es a partir de lo que hemos construido. Por eso nosotros nos afirmamos en la realidad concreta de la década ganada para poder ir por una década más.

¿Qué te parece que falta de aquí a una década más? Hay montones de cosas que faltan. Cristina dijo Mientras exista un solo pobre en Argentina tiene sentido este Proyecto Nacional y la verdad es que existen un montón de pobres. No es que estamos al borde de cumplir y ya cumplimos todas las metas. Lograr solidificar Argentina para que las crisis internacionales afecten cada vez menos. Recuperar niveles de soberanía, desde lo alimentario hasta un montón de otras cuestiones, son parte de lo que este proyecto viene produciendo. Si te dijese medidas concretas estaría siendo irresponsable. Porque el Estado implica una correlación de fuerzas, lo que hay que hacer es construir esa correlación de fuerzas. A veces escucho a candidatos que dicen Vamos a sacar el impuesto al salario y al mismo tiempo subir la jubilación al 82% y eso es con cinismo irresponsable. ¿Cómo se hace desfinanciando al Estado para aumentarle a los jubilados, no?. Este gobierno hizo lo posible, en torno de ir aumentando las jubilaciones dos veces por año, hace lo posible con la correlación de fuerza que tiene. Yo creo que hay que aumentar la correlación de fuerza y esto nos va a permitir ir tocando estos intereses que generan conflictos para hacer una sociedad un poco más justa. Incluso la demostración de lo que pasó con la ley de medios, es precisamente que no alcanza con las mayorías adentro del congreso. Es evidente hay que hacer crecer la espalda o musculatura de este proyecto político para poder avanzar en esto que es para todos nosotros una deuda pendiente que va desde la distribución de la riqueza hasta cómo viven cotidianamente los argentinos y las argentinas. Que implica el transporte, la educación, un montón de cosas en las que cada vez tiene que haber más un Estado presente que no sea neutral sino que aporte a la discusión. Nosotros siempre decimos que tiene que haber un estado pintado de cabecitas negras. Que responda a los intereses, que haga esto que decía Evita A cada necesidad un derecho, de cada derecho tiene que hacer una política pública que garantice el cumplimiento de estos derechos.

Leyendo algo que escribiste sobre los cacerolazos a los que acuden personas de Barrio Norte, por ejemplo ¿Cómo hacer que esa gente se pueda sentar a debatir? Está bien que hagan cacerolazos. En un proyecto la idea del consenso es una idea mentirosa. En una sociedad no hay consenso, hay mayorías que opinan de una manera y minorías de otra. Está claro que hay una serie de sectores que tienen intereses distintos. Que les molesta la inclusión, que haya más derechos, el matrimonio igualitario, ley de medios, asignación universal. Me parece que ellos son parte de una Argentina del pasado pero tienen todo su derecho a pensar que esa Argentina del pasado va a volver y que pueden manifestarse como quieran. Mejor si se manifiestan en las urnas porque sería más democrático. Pero a lo largo de la historia las minorías oligárquicas y privilegiadas siempre han defendidos sus derechos con o sin democracia. Tampoco le voy a pedir peras al olmo. Pero sí les exigiría que fueran democráticos. Lo que sí me parece que es todo un desafío cómo se interpelan no tanto a esas minorías oligárquicas sino, a un sector medio o un segmento que suelen mirarse en el espejo de los ricos. Que en Callao y Santa Fe haya virulencia contra Cristina es casi una cuestión natural, pero que lo haya en algunos sectores de Caballito, es para discutir. Porque seguramente a la mayoría de esos sectores medios porteños les está yendo mucho mejor de lo que le iba en el 2003. Lo que pasa que eso sectores ven a ese progreso económico como fruto solamente individual. Que no pueden pensar que ellos están mejor porque la Argentina está mejor, que su destino está inrrenunciablemente vinculado a cómo crece la Argentina. Me parece que nosotros tenemos que darnos una política de diálogo con esos sectores para poder avanzar en la compresión. Que en realidad, aunque ellos se miren en el espejo de los ricos solamente salen para adelante cuando se alían con las mayorías. Con aquellos intereses que están opuestos a aquellos intereses que ven en el espejo que se miran.

Es que el individualismo estás completamente ligado al neoliberalismo, ¿no? La aspiración siempre subsiste y está bueno que así sea. Lo que sí es cierto es esta cuestión del individualismo es la herencia del neoliberalismo. Pero no es solamente desde lo económico, sino también desde lo político y lo cultural. Político de exclusión política donde la democracia estaba vacía sin sentido, sin ideología sin esta cuestión de representación de intereses que dice claramente Cristina en su discurso. Como modelo cultural el neoliberalismo implica el individualismo. Que no es solo de los 90´que se viene instalando a fuego desde en la dictadura del ´76, con 30 mil desaparecidos eso no es fruto de la casualidad, que un día se levantaron un grupo de militares malos y que quisieron matar gente. Sino producto de imposición de una forma de dominación que implicaba lo económico en la concentración de unas pocas manos. Y en lo cultural un individualismo feroz. Que hoy no solo cruza esos sectores medios de los que hablamos sino el conjunto de la sociedad argentina. A todos nosotros nos pasó el neoliberalismo, es parte de lo que mamamos y es muy difícil desandarlo. El enemigo más fuerte que tenemos está adentro de uno mismo. Evita lo decía Al oligarca que más le temo no es al que vencimos el 17 de octubre sino al que llevamos adentro nuestro. Lo decía en términos a los socios políticos que el peronismo tenía en aquel momento que después muchos de ellos terminaron parándose en la vereda de en frente pero también lo decía en términos de la superación de lo individual y la construcción de un sentido colectivo en contra de las tendencias a beneficiarse solamente en términos individuales que nos cruzan a todos. El que dice que pasó indemne de 30 años de neoliberalismo está mintiendo o no está siendo consiente de como ese proceso nos impactó a todos.

¿Cómo coopera y ayuda a los pueblos la unión que hay de los países Latinoamericanos? Yo creo que estamos en una coyuntura histórica latinoamericana que es una de las más importantes y determinantes en estos doscientos años de historia que tenemos. Quizás la única parecida a esta fue la de la independencia en donde tenías procesos que se daban en cada uno de los lugares que no eran naciones independientes sino una única nación que hizo su proceso de independencia con tipos de la talla de Bolívar, San Martín, Belgrano, Artigas, O´Higgins, de cada uno de los lugares emergieron tipos que tenían conciencia de la necesidad de la unidad y una idea de construcción en base a la ampliación de derechos. Hoy tenemos un proceso que por primera vez es similar a ese. Porque los procesos en América Latina como son un solo pueblo son sincrónicos, así como tuvimos la dictadura hoy tenemos procesos populares en todos los países, como dice Cristina Se vuelven a parecer los gobernantes a sus pueblos. Ese es el gran desafío que nosotros tenemos para construir, no hay destino posible, liberación posible sino es a partir de la unidad de los países de América del Sur. Y para eso el vínculo y la conciencia que tiene los presidentes, elegidos democráticamente por cada uno de sus pueblos. Me tocó participar en la delegación oficial donde se creó la CELAP. Yo vi la confianza y el vínculo afectivo que hay entre los presidentes, sobre todo entre Cristina y Chávez que se trataban como amigos. Esto es parte de una oportunidad única, pero creo que nosotros también tenemos que ser artífices y constructores de esta unidad. Tenemos que empezar a construir una mirada de la historia latinoamericana porque no sabemos nada de esta historia común; tenemos que construir una historia común porque quien construye las raíces construye las comunas. Esta idea de que la única liberación posible es a partir de la unidad, se construye sobre raíces concretas y que no es una unidad menor porque pensemos que Sudamérica unida es la quinta economía del mundo. Desde ahí se puede parar, sobre todo aquellos que creemos que podemos formar un mundo más multipolar, menos centrado en el imperialismo norteamericano o en el poder de los grupos trasnacionales. Esto solamente se puede hacer a partir de generar un polo de negociación fuerte con esos poderes sino es complicado. Y pasa lo que pasaba en el neoliberalismo, que está plasmado incluso a nivel constitucional: el debilitamiento del Estado, que el Estado no sirve. De alguna manera se ve esta cuestión de ir a contrapelo de ese proyecto neoliberal. El neoliberalismo desgranaba porque al responder a los intereses de los grupos económicos, lo que necesitaba era fortalecer al mercado sobre el Estado. Nosotros tenemos que hacer lo contrario pero no solamente a nivel nacional sino la creación de instancias regionales que permitan todavía más ser un poder a la hora de sentarse a negociar con los poderes mundiales.

¿Qué opinión te amerita aquellos que dicen que se les paga a los jóvenes por militar?

  Lo primero que se me vine a la cabeza es que el ladrón piensa que todos son de su condición. La crítica mayor de aquellos que dicen que la militancia es una cosa rentada, viene de aquellos que solamente militarían si fueran rentados. Me parece que algo extraordinario que tuvo este proceso político es la recuperación de la política como herramienta de la transformación y eso es lo que permitió enamorar de nuevo a la juventud de la política porque sintió que su participación transformaba y era determinante a la hora de construir el proyecto de país. Ese es el gran legado de Néstor y que está siendo brillantemente superado y construido en el sentido de darle espacios de participación no solamente en la lista sino en la conducción del Estado por Cristina. Cómo no elegirse mutuamente este proyecto que va generando cada vez más derechos y la juventud que pelea por esos derechos. Como no va a elegir pararse sobre esa juventud que siempre es transformadora y que es una de las particularidades de Argentina en términos históricos. Nosotros en una casa que teníamos en el Congreso teníamos una foto de los grandes hitos de la historia, puntos importantes que fueron importantes para la política como el 17 de octubre, el 17 de noviembre del 72´, el Cordobazo, el 20 de diciembre; todos esos hechos tienen una particularidad: son protagonizados por jóvenes. Ves fotos de otros procesos de revolucionarios que son riquísimos y uno banca pero las fotos son los mismos tipos pero más viejos. Cuando el proceso va para adelante la juventud es la que se pone los pantalones largos y la patria al hombro y esto es quizás lo más interesante de este proyecto, y de esta etapa histórica que nos toca vivir y nos llena de orgullo. Hay un discurso que demoniza a los jóvenes que es el discurso de los medios masivos de comunicación, que los pone en el lugar del joven y pobre igual a chorro. Que permanentemente lo está estigmatizando y me parece que este proceso rompe con esta estigmatización. La participación que hubo en la reconstrucción de La Plata; pero sobre todo el protagonismo de los jóvenes a la hora de la construcción política, es sin duda para mí de lo más interesante que tiene este proceso político.