Otras armas que se destruirán proceden de causas judiciales de las provincias de Mendoza y Buenos Aires, de Fabricaciones Militares, del Servicio Penitenciario, de las Policía Federal y bonaerense, mientras que otras que fueron entregadas al El Registro Nacional de Armas (Renar)  por la Ley de Armas, informó el Renar en un comunicado.

El organismo detalló que el procedimiento de destrucción que utiliza la Argentina «ha sido distinguido en el mundo por su método no contaminante y por lograr eliminar el 100 por ciento del material».

Precisó que el sistema «ganó el reconocimiento de la ONU y fue tomado como ejemplo para aquellos países que requieran realizar un procedimiento similar».

El Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, vigente desde 2007, ya retiró de circulación 149.147 armas de fuego y 1.175.896 municiones.

El mismo consta de la entrega de armas de fuego de manera anónima y voluntaria a cambio de un incentivo económico que varía entre los 200 y 600 pesos.

Los centros de recepción de armas son las delegaciones Renar y os puestos móviles en todo el país.