El operativo se realizó luego de que efectivos del Escuadrón 61 «Salvador Mazza» recibieron datos sobre que un camión procedente de Bolivia ingresó a nuestro país trasladando droga.
A través de un comunicado se informó que los gendarmes estaban en el control Carapí, donde interceptaron la marcha de un camión cisterna que transportaba sustancias peligrosas con destino a Chile.
El personal trasladó el vehículo a la Sección Vial Caraparí y lo requisó hasta que constataron que uno de los tanques de combustible se encontraba desconectado y con signos de haber sido manipulado, ya que tenía soldaduras irregulares en la superficie.
Los efectivos y un perro detector de narcóticos, llamado «Horco», inspeccionaron el rodado y a la altura de la parte trasera del tanque el animal reaccionó.
Al quitar los soportes (tipo abrazadera) del tanque, los gendarmes observaron dos parches tipo masilla que fueron removidos para acceder a una tapa que al ser extraída se pudo observar en el interior una sustancia líquida viscosa color marrón.
Los uniformados secuestraron 599,700 kilos de cocaína líquida y detuvieron al chofer, de nacionalidad boliviana, quien quedó a disposición del Juzgado Federal de Orán.