El gobierno porteño anunció la incorporación de dos nuevas formaciones, «Siemens-Schukert», de cinco coches cada una, con vistas a la próxima inauguración de San Pedrito y Flores, aunque los trabajadores aseguraron que será necesaria la incorporación de «por lo menos 20 parejas más de conductores y guardas».

Estas nuevas formaciones se  sumarán a las 9 formaciones chinas que circulan desde marzo a las 7 marca Fiat y a otra más que se prevé para fin de año, por lo que serán 19 las formaciones que circularán en la línea A.

En ese sentido,  el secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (Agtsyp), Roberto Pianelli, sostiene que  «las estaciones nuevas de la línea A no pueden inaugurarse si no se incorporan más trabajadores y más trenes».

El dirigente explicó que «las dos nuevas estaciones de la línea A no pueden inaugurarse sin gente que trabaje en ellas y sin gente que maneje las formaciones, esas dos estaciones van a incorporar 50.000 pasajeros a la red y eso va a exigir por lo menos 20 parejas más de conductores y guardas».

«El problema no es que nosotros no queramos que las estaciones se inauguren, sino que no van a funcionar sin gente, y tampoco van a funcionar si no se incorporan nuevas formaciones, porque los trenes que se incorporaron no son todos los que estaban previstos y a ese déficit le quieren sumar más pasajeros», añadió.

«Si no ponen más trenes en las vías, la línea A va a sufrir el mismo colapso que se vive en la línea B» señaló Pianelli.

Por su parte el legislador porteño Rafael Gentili, de SUMAR I+D (Izquierda Democrática), realizó hoy un acto en Diagonal Norte y Florida que consistió en la instalación de una entrada de subte gigante donde los usuarios dejaron sus quejas y reclamos.

Gentili destacó que los pasajeros se quejaron por el «maltrato» que sufren a diario en el subte, reclamaron la extensión del subte a más barrios y que prolongue su funcionamiento hasta la una de la madrugada -hoy funciona hasta las 22.30- para favorecer a más estudiantes y trabajadores.

El diputado manifestó que el alto porcentaje de coches fuera de servicio «evidencia una pésima planificación en las tareas de mantenimiento por parte de Metrovías y de los organismos públicos que debieran controlarla».

Explicó que «este porcentaje se incrementa significativamente en la flota nacional, los Fiat-FM, que según los técnicos son los  más sencillos de reparar».