Mejoramiento en viandas, aprobación de la Ley Integral del derecho a la alimentación; el reclamo frente a la obligatoriedad de las prácticas laborales, mejoras edilicias y más seguridad son los ejes que vertebran la protesta y toma que están llevando a cabo estudiantes de la Escuela Normal Superior Lenguas Vivas Sofía Esther Broquen de Spangenberg; el colegio Mariano Acosta y la Escuela Superior Especializada en Cerámica N° 1.
Además, los centros de estudiantes informaron que “la misma decisión tomarán alumnos de los colegios Mariano Moreno y Juan Ramón Fernández”.
Las y los jóvenes afirman en cada uno de sus discursos que «con hambre no se puede estudiar», exigen que se apruebe el proyecto de «Ley Integral del Derecho a la Alimentación Adecuada en las Instituciones Educativas» y piden que con inmediatez se comiencen a «otorgar viandas dignas para todo nuestro alumnado».
También sostienen la consigna «No a las Acap (Actividades de aproximación al mundo del trabajo y a los estudios superiores)», que consisten en prácticas laborales obligatorias establecidas por el Ministerio porteño de Educación para los alumnos del último nivel secundario de la ciudad de Buenos Aires, como así también mejoras edilicias y mayor seguridad.
Ante esta situación, desde el Ministerio de Educación porteño se anunció que denunció penalmente a los padres de los alumnos que tomaron los establecimientos. «Los adultos responsables de aquellos alumnos que participan de las tomas deberán responder por los daños que pudieran sufrir los estudiantes y los bienes escolares», señaló la cartera educativa.
Además, anticipó que «se está preparando una demanda civil para transferirles el costo correspondiente al pago de los sueldos a docentes y no docentes por cada día sin clases debido a la toma de la escuela».
Los estudiantes de la escuela Spangenberg, conocida como «Lengüitas», que iniciaron la toma de la institución a las 10 de la mañana, acompañados de un grupo de padres, sostuvieron en un comunicado: «Creemos inadmisible que se nos niegue el derecho a la educación al perder horas irrecuperables de clase y que se nos haya puesto en riesgo al no ser acompañados por profesores responsables a las prácticas».
A partir de las 18, se sumarán a las medidas los alumnos y alumnas del colegio Mariano Moreno, mientras el centro de estudiantes del Instituto de Educación Superior «Juan Ramón Fernández» anunciaron un pernocte para el martes y un «semaforazo» el miércoles junto al Normal 1.
Asimismo, estudiantes, docentes y familias del Normal 1 realizaron esta mañana un abrazo simbólico al establecimiento para pedir por seguridad educativa, ya que advirtieron que sienten «miedo» ante los «reiterados robos» ocurridos la semana pasada, en los que se llevaron 122 netbooks, más de 80 tablets, computadoras, proyectores, micrófonos, cámaras, mercadería de la cantina, entre otras cosas.
Tomás Reindick, delegado de los docentes del Normal 1, manifestó a Télam que los maestros no se sienten «en condiciones de dar clases». «No nos sentimos seguros nosotros ni los chicos», dijo, mientras la docente Noelia Espíndola advirtió que el problema de los robos pasó también «en otros normales; es algo que pasa desapercibido y necesitamos que esto se termine».
«La inseguridad que nos da que entre cualquiera, que en el horario escolar desaparezcan cosas de la sala de maestros, de las aulas, habiendo menores circulando nos da miedo», puntualizó.
En tanto, los alumnos y alumnas de la Escuela Mariano Acosta anunciaron que continuarán hasta mañana a las 7 con la toma del establecimiento que comenzó el viernes por la tarde, y luego tendrán «asamblea permanente para definir qué hacer», indicó a Télam Catalina, integrante del centro de estudiantes del Acosta.
Sobre los reclamos, la joven apuntó que «las viandas fallan porque son pocas y no son nutritivas» y alertó que también hay problemas con la infraestructura porque no tienen «las suficientes aulas ni bancos».
«Hay un millón de cosas que están rotas, nuestro edificio es bastante viejo y necesita un montón de arreglos y nadie viene a resolverlo», señaló Catalina y agregó: «No podemos seguir estudiando en las condiciones que estudiamos; la educación pública en CABA está fracasando».
En relación a la toma de la Escuela Mariano Acosta, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, dijo esta mañana que la medida es «inentendible porque no hay reclamos que vienen discutiéndose desde antes; pasaron de cero a cien en una sola semana».
«Es una demanda y una manifestación violenta y absolutamente política», reiteró la ministra y afirmó que las tomas en las escuelas tienen relación con la distribución de unos manuales que «están siendo fogoneados y repartidos por el kirchnerismo a través de su sindicato UTE y a través de distintos legisladores del Frente de Todos y están incitando a los chicos a tomar estas medidas violentas».
Por su parte, el vicerrector del Acosta, Julio Pascuarelli, indicó: «A mí me gustaría que en algún momento la ministra o las cámaras de algún medio televisivo pudieran ingresar a la escuela para que ella pueda ver el estado edilicio en el cual se encuentra».
En diálogo con Radio AM 750, sostuvo que desde la institución «no están de acuerdo con la toma», pero sí reconocen los reclamos de los y las estudiantes.
En tanto, en la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Nº 1 «Roque Sáenz Peña» realizaron esta mañana un abrazo simbólico al establecimiento para pedir por seguridad.
Con información de Telam