Política

Trabajo dictó la conciliación obligatoria en conflicto del puerto de Rosario

El Ministerio de Trabajo dictó anoche la conciliación obligatoria en el conflicto que involucra a empresas y sindicatos y que afectan a los puertos de San Lorenzo, Timbues y San Martín, en la provincia de Santa Fe.

La cartera laboral dispuso que hoy a partir de las 12 rija esta medida, para lo cual informó a las empresas y sindicatos involucrados en el conflicto, exhortándolos a reestabelcer el normal desarrollo de las actividades, según informaron a Télam fuentes del Ministerio de Trabajo.

La conciliación obligatoria fue decidida personalmente por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que esta tarde llegó a Santa Fe acompañando a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Durante el discurso que realizó al inaugurar la autovía entre Santa Fe y Paraná, la Presidenta dijo que «la provincia (de Santa Fe) me pidió que pudiéramos intervenir en el conflico del Puerto de Rosario, y por eso vine aquí con (el ministro de Trabajo, Carlos) Tomada, porque nos hacemos cargo de todos los problemas».

En referencia a los reclamos gremiales Cristina pidió «responsabilidad al movimiento obrero, que sigan defendiendo los intereses de los trabajadores, pero que no se olviden que fue este gobierno quien recuperó las paritarias y aumentó varias veces el salario mínimo».

La medida del Ministerio de Trabajo llega cuando las plantas agroindustriales y portuarias de oleaginosas radicadas en el cordón industrial del Gran Rosario cumplían el séptimo día consecutivo de inactividad por el paro de trabajadores enrolados en la CGT-San Lorenzo en reclamo de un piso salarial de cinco mil pesos.

Los trabajadores que mantenían los bloqueos a las plantas están enrolados en la CGT-Regional San Lorenzo y pertenecen a los sindicatos UOCRA, Portuarios, Camioneros, Graneros, Vigilantes, entre otros.

Los trabajadores reclaman un piso salarial similar al logrado por el sindicato de aceiteros, en tanto que la Cámara de Comercio de Industria y Servicios de San Lorenzo denunció «pérdidas millonarias».