El apoyo uruguayo al reclamo argentino por la soberanía sobre las Islas Malvinas despertó la polémica entre la oposición nacional de Uruguay, que cuestionó la decisión del presidente José “Pepe” Mujica de bloquear el arribo a las costas de su país de dos buques ingleses con destino a las islas.

Frente a estas críticas, en una reunión de Gabinete, Mujica sostuvo que esta posición ilustra el “nacionalismo anti argentino” y echó por tierra los cuestionamientos.

Sin embargo, en una búsqueda por bajarle el tono a la polémica, el canciller uruguayo Luis Almagro desestimó que esto signifique un quiebre en las relaciones diplomáticas con Gran Bretaña.

Fue luego de reunirse con su par inglés, William Hague. “Esperábamos un planteo y han sido respetuosos, correctos y las instancias de diálogo están abiertas, no hay cataclismos diplomáticos”, afirmó a la prensa gráfica uruguaya.

Asimismo agregó que “hay un tema puntual que separa” a su país de Inglaterra, que es Malvinas.

“Pero esto no lo inventaron el presidente Mujica y el canciller Almagro, es la posición del país desde siempre”, marcó.