Juan Martín Del Potro logró un histórico resultado ayer en la cancha central de Wimbledon. Venció a David Ferrer y se metió por primera vez en las semifinales del Grand Slam más adverso para los argentinos, donde el único que pudo avanzar hasta este punto fue David Nalbandian y, en mujeres, Gabriela Sabatini.

Y fue una victoria construida desde la adversidad ya que el argentino no tenía un historial favorable ante el español y, además, arrastraba un problema en su rodilla izquierda. Para mayor tensión, Del Potro se cayó yendo a buscar una pelota ancha cuando recién promediaba el primer set y debió recibir asistencia médica.

Fueron dos horas y 16 minutos de angustia, sacrificio y un tenis de alto nivel que le permitieron imponerse por 6-2, 6-4, 7-6 (7-5), logrando mantener su saque durante todo el torneo y sin ceder, hasta ahora, ningún set.

El partido tuvo dos primeros sets que comenzaron parejos pero Del Potro logró desequilibrar y cerrarlos a su favor. Sin embargo, el tercero mostró todo el temple del español, que se recuperó estando 1-4 y logró la igualdad forzando el tie brake, donde Del Potro pudo llevarse el partido en su primera oportunidad con un punto excelente que lo dejó tirado también, como al principio, pero con los brazos extendidos por la felicidad.

Ahora deberá medirse mañana nada menos que ante el número 1 del mundo, el serbio Novak Djokovic, quien venció en tres sets al checo Tomas Berdych por 7-6, 6-4 y 6-2. Si bien el historial lo tiene abajo, en el último enfrentamiento hubo victoria del tandilense, lo mismo que el año pasado cuando se midieron en el césped por la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos.