(La Jornada)-La marcha encabezada por maestros disidentes detuvo su paso en las inmediaciones del Palacio de Bellas Artes, debido a que decenas de granaderos formaron una valla para impedir el avance de los manifestantes hacia el Zócalo capitalino.
Miguel Concha Malo, del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, leyó un pronunciamiento en apoyo al magisterio, en el que expresó un “ya basta” a la represión contra los docentes, “los maestros nos están solos, no los podemos dejar solos”.
En su mensaje suscrito por decenas de organizaciones de defensa de los derechos humanos, se demanda el cese de la violencia y el establecimiento de un diálogo verdadero con los profesores del país.
Demandó también la derogación de la reforma educativa y enfatizó que “Nochixtlán y la resistencia magisterial, a pesar de la muerte, a pesar de las balas, a pesar del sufrimiento se han convertido en el emblema de la lucha contra un régimen que a tumbos ha tenido que empezar a dar marcha atrás”.
Al contingente se sumaron colectivos universitarios de la UNAM, UACM, UAM y del IPN, así como del Sindicato Mexicano de Electricidad (SME), del Frente Popular Francisco Villa y Movimiento Urbano Popular de la Ciudad de México.
También se incorporaron a la marcha un pequeño grupo de maestros y sindicalistas de Argentina y Brasil, quienes corearon consignas en apoyo a la CNTE.
Algunos jóvenes con el rostro cubierto que avanzaban con el contingente, realizaron algunas pintas con aerosol y provocaron a policías que resguardan edificios.
Dirigentes magisteriales afirmaron que hoy “también es un día de lucha y de protesta para exigir la abrogación de la reforma educativa y que el diálogo con el gobierno federal sea verdadero”.