Se trata del tercer lanzamiento de la marca global sin cadenas que suma a su trabajo a otras dos cooperativas y continúa creciendo sin explotar a sus trabajadores.

Unos 42 trabajadores, que habían sido trasladados desde Santiago del Estero, estaban obligados a comprar insumos a proveedores designados por la empresa. Luego se les descontaba de sus salarios los gastos realizados.

Se trata de cuatro personas cuyo empleador los mantenía encerrados desde la mañana en una fábrica de muebles de madera y los “liberaba” a la noche. Las personas eran sometidas a trabajar en condiciones infrahumanas, sin las normas mínimas de higiene.

En el lugar la AFIP encontró empleados trabajaban 14 horas diarias, los siete días de la semana y sin descansos ni francos. Además el alimento era descontado de su salario.

Fue en una plantación de arándanos de la ciudad de Baradero donde los trabajadores, entre ellos varios menores y extranjeros trabajaban de manera irregular y en malas condiciones de higiene. Los inspectores comprobaron también que las personas habitaban en containers con escasa ventilación, en condiciones insalubres.

Como consecuencia tres personas quedaron detenidas, tras una denuncia de una joven boliviana que logró escapar de la verdulería en donde estaba cautiva y era sometida «a un trabajo esclavo que no incluía jornadas de descanso y era obligada a permanecer todo el día e incluso dormir dentro del local».