Resumen del sur

Ante el bloqueo de Hungría, el flujo de migrantes va hacia Croacia

Los refugiados bloqueados en Serbia han empezado a buscar rutas alternativas hacia Europa Occidental, sobre todo a través de la vecina Croacia, con el objetivo de llegar a Europa Occidental.

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Ante el cierre de la frontera húngara, los refugiados bloqueados en Serbia han empezado a buscar rutas alternativas hacia Europa Occidental, sobre todo a través de la vecina Croacia, con el objetivo de llegar a Europa Occidental. Esta mañana han llegado a la ciudad serbia de Sid, cerca de la frontera con Croacia, los primeros autobuses con refugiados desde Serbia, en un primer indicio de que las rutas de los inmigrantes hacia Europa Occidental han empezado a desviarse, ante la imposibilidad de entrar en Hungría. Croacia ha destinado unos 6.000 efectivos a sus fronteras exteriores para poder gestionar la posible llegada de refugiados.
El primer ministro croata, Zoran Milanovic, ha afirmado este miércoles ante el Parlamento que todos los refugiados que acudan a su país podrán atravesarlo en su camino hacia Alemania. “Van a poder pasar por Croacia, nosotros les vamos a ayudar en ello”, ha indicado, después de que los primeros grupos de inmigrantes cruzaran esta mañana la frontera croata-serbia. El ministro del Interior croata, Ranko Ostojic, ha asegurado que 277 migrantes han entrado en el país desde Serbia después de que Hungría cerrara su frontera. “El número está creciendo”, ha añadido. El primer ministro planea reunirse con el canciller austriaco, Werner Faymann, para tratar la crisis migratoria. El encuentro probablemente se celebre el jueves. “Está claro que estas personas no quieren quedarse en Croacia”, ha declarado el mandatario croata. “Tendremos en mente ante todo los intereses de Croacia, su seguridad, pero tampoco olvidaremos que somos personas, en su mayoría cristianos”, ha declarado el mandatario croata.
Las autoridades húngaras han interceptado el martes a 366 refugiados por cruzar de forma ilegal la frontera con Serbia. Desde ayer el simple cruce ilegal de la frontera es un delito en Hungría que puede ser penalizado con entre uno y tres años de cárcel, y hasta con cinco años en caso de que se haga armado o se dañe la valla construida para detener a los inmigrantes.

En los días previos a la entrada en vigor de esta ley, habían llegado a Hungría varios miles de personas cada día. El Gobierno húngaro declaró ayer el “estado de crisis” en dos provincias que lindan con Serbia. La medida fue tomada “debido a la situación causada por la migración masiva”, anunció el portavoz del Ejecutivo, Zoltán Kovács. El estado de crisis durará medio año (con la posibilidad de prorrogarlo) y en ese tiempo el Gobierno puede intensificar los controles fronterizos, y en ese momento la policía y el Ejército asumirían las tareas de registrar a los solicitantes de asilo.

En Austria, las fuerzas de seguridad han iniciado esta mañana los controles en tres pasos fronterizos con Hungría, y se espera que se extiendan a otros diez puntos fronterizos, según han informado fuentes oficiales. Por el momento, estas inspecciones se concentran en la frontera con Hungría, aunque no se descarta que se amplíen también a la frontera con Eslovenia, en los estados de Estiria y Carintia, más al sur.

La policía austríaca es asistida por cientos de soldados del Ejército federal en la zona fronteriza, no solo para labores de control, sino también para ofrecer ayuda humanitaria a los refugiados.