En este mundo cada vez más globalizado, en cada ciudad cosmopólita nace una zona habitada por inmigrantes chinos.

La ciudad de Buenos Aires tiene el suyo, entre las calles Arribeños, Blanco Encalada, Montañeses y Juramento. Los barrios chinos son espacios en donde la colectividad asiática se instala y desarrolla actividades comerciales para ofrecer a su propia comunidad y a visitantes porteños y turistas, sus comidas y ropas típicas.

Pero a pesar de lo pintoresco, los vecinos de Belgrano denuncian que la actividad en estas calles está fuera de control ya que se cometen todo tipo de infracciones.

Es común ver restos de comida por las calles, un gran contenedor que achica el paso de transeúntes que circulan por Arribeños.

Si se lo recorre, se puede advertir falta de higiene y la invasión de la vía pública, poda indiscriminada de árboles para obtener mas espacio entre otras irregularidades.

En lo que va de este año, la Agencia Gubernamental de Control (AGC) de la ciudad de Buenos Aires ha realizado en esta zona, 120 inspecciones con un resultado de 83 actas de infracción y cuatro clausuras. Las autoridades también secuestraron 235 kilogramos de comida en mal estado.

Algunos habitantes de Belgrano se quejan, viajeros y vecinos de otros barrios recorren este pedacito de cultura asiática, convirtiendo a esta zona en un paseo turístico. Mientras tanto, los vecinos esperan mayor control de parte de las autoridades de la ciudad.