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Bolivia

Una deuda pendiente

El periodista, Andrés Soliz Rada, del medio boliviano EL PAIS,El diario grande de Tarija realizó una editorial sobre los delitos de lesa humanidad en su país.

Muy oportuna la edición de textos escogidos de las intervenciones políticas, académicas y periodísticas de Marcelo Quiroga Santa Cruz. Hizo la compilación y la edición Hugo Rodas Morales y en la primera revisión ya encontramos conceptos que encajan con toda precisión en álgidas situaciones actuales. Por ejemplo esta:

«Contamos con las inmensas reservas de hierro del Mutún y con el gas, como elemento reductor. […] Nuestra lucha que es la batalla de todos los días, no es por lo tanto esencialmente política, puesto que vemos en la industria una salida cierta, más que posible. Venimos de un pasado de vergüenza y de injusticia. Solo anhelamos comprensión. Queremos cambiar la imagen de un país que fue el más rico de América, y que hoy figura entre los más pobres». Decía Marcelo en una entrevista, el 10 de mayo de 1971, con el periodista de Clarín de Buenos Aires, Ricardo Marchetti.

Tres meses después de esa declaración se produciría el golpe militar del coronel Hugo Banzer, que instauró una larga dictadura, cundida de excesos y de atropellos que la ciudadanía aún no conoce en su totalidad.

Y parafraseando una sentencia religiosa: solamente la verdad nos hace libres. Esa verdad que debió salir a la luz pública con el frustrado juicio de responsabilidades que Marcelo Quiroga inició contra Banzer y que no existe motivo para que no continúe y concluya.

Precisamente en la edición de textos comentada, Quiroga, refiriéndose a ese juicio, al ser entrevistado por la revista «Zeta», en marzo de 1979, cuando Banzer candidateaba para ser gobernante «constitucional», Marcelo afirmaba:

«Banzer, candidato, no se propone en estas elecciones abrir las puertas del Palacio de gobierno que lo albergó tantos años, sino cerrar las puertas de la cárcel. Un juicio de responsabilidades, en su etapa congresal (la fase sumarial del mismo) requiere de dos tercios de votos para prosperar y merecer la atención de la Corte Suprema de Justicia.

Banzer pretende la elección de un grupo de parlamentarios cuyos votos pudieran convertirse en un factor de negociación parlamentaria para evitar su enjuiciamiento. Pero hay además, otra razón explicatoria de la intervención electoral de Banzer. Y es la necesidad que él siente de mimetizar su acción conspirativa, echándose a la espalda esa piel de cordero constitucionalista´ que no logra ocultar el rabo batiente del golpismo».

 

Los delitos contra el Estado no prescriben y la ley que lleva el nombre de Quiroga Santa Cruz deja eso explícito. Ahora que el hijo político de Hugo Banzer – el ya detenido Luis Alberto Valle- está a disposición de la justicia, renace la esperanza de conocer un poco más de lo que sucedió en esos años oscuros del banzerato.

 

Esa sería una elemental reparación para los cientos de víctimas directas e indirectas de ese periodo. Juan José Torres y el propio Marcelo, entre otras. Es una deuda que todavía está pendiente.