Opinión

Poder y Periodismo

Columna de Hugo Presman donde escribe sobre el rol del periodismo en la construcción de un verosímil de realidad.

 Por Hugo PresmanPocas veces se ha visto operar al poder en forma tan descarnada. Cuando sus protagonistas se ven afectados y arrancados de la sombras, su comportamiento es una lección de impudicia. Y junto a ellos, los medios hegemónicos integrantes de ese poder, tergiversando, omitiendo, falseando. Mintiendo en forma descarada. Lo que no es nuevo. Pero sí es sorprendente el nivel de degradación alcanzado. Ya el escritor y periodista norteamericano Mark Twain alertaba con su tradicional ironía: “Si no lees los diarios, estarás desinformado, pero si los lees, estarás mal informado”.Obdulio Varela, el mítico número cinco de la selección uruguaya campeona en el mundial de fútbol de 1950 realizado en Brasil, que fue canillita y sindicalista, sostenía: “ Los diarios contienen sólo dos cosas que son verdad: el precio y la fecha”. A su vez el escritor inglés Lord Chesterton decía en forma lapidaria: “El periodismo consiste esencialmente en decir «Lord Jones ha muerto» a gente que no sabía que Lord Jones estaba vivo.”Ha quedado atrás, pero de ninguna forma olvidada la demostración de poder  consumada por el mandamás del grupo hegemónico Clarín de reunir en su casa, en una cena, a cinco posibles candidatos a presidente y que dicha impactante noticia nunca tuvo cabida en su medio estrella.El viernes 24 de septiembre la revista Noticias publicó las declaraciones del presidente de la S.A La Nación Dr Julio César Saguier bajo un título impactante: “Julio Saguier, dueño de La Nación rompe el silencio. LA VIUDA DE GRAIVER ME DIJO QUE EL GOBIERNO LE OFRECIÓ PLATA.”  Ahí sostiene que en el mes de mayo se reunió en el Alvear Hotel para un desayuno con Lidia Papaleo de Graiver la que le comentó en ese momento que se sumó a la ofensiva por Papel Prensa «por dinero”. Le habría dicho: “que lo necesitaba a raíz del enfrentamiento que tenía con su única hija, a quien le había dejado todo su patrimonio cuando creyó que le quedaban pocos meses de vida a raíz de un diagnóstico médico de cáncer del cual luego se recuperó». Según esa versión en la reunión que tuvo con los Kirchner en Olivos, le habrían ofrecido, en principio, U$S 200.000 y U$S 2 millones si la operación era exitosa. El relato de esta conversación la realizó luego el directivo de La Nación ante un escribano, aportando como prueba del desayuno el ticket de pago del mismo.El Dr Saguier intenta confundir a los lectores a los que subestima al punto de considerarlos estúpidos. Su testimonio ante un escribano no prueba nada más que lo transcripto por el profesional es exactamente lo que Saguier le contó. Nada de eso acredita  que lo que Saguier cuenta sea cierto. Además no se necesita ser Scherlok Holmes para seguir el hilo de la lógica más elemental. Si La Nación es uno de los beneficiarios del desapoderamiento de los Graiver y Papeleo de sus acciones en Papel Prensa, resulta ridículo que la psicoanalista Lidia Papaleo  le confiese a su enemigo que lo hace por dinero. Aunque fuera cierto, no sería precisamente Saguier el destinatario de sus confesiones. En cambio cierra perfectamente que Saguier mienta para desacreditar la denuncia que puede llegar a condenarlo después de un juicio.Sin embargo, su empleado y columnista estrella Joaquín Morales Solá, que siempre posa de periodista independiente escribió el 26-09-2010:  “ El testimonio del presidente del directorio de La Nación ante un escribano que relató una reunión privada con Lidia Papaleo, es uno de los documentos más claros sobre la manipulación oficial de los derechos humanos. Papaleo no le contó a él razones humanitarias para hacer lo que hizo, sino ofrecimientos oficiales de dinero valuado en dólares y enredos familiares también por plata”Alfredo Leuco, otro periodista que se golpea el pecho sobre su independencia, escribió en su habitual columna de los días sábados en el diario Perfil del 25-09-2010: “La confesión de la mismísima Lidia Graiver a Julio Saguier  es demoledora  para las intenciones del Gobierno  nacional en el caso Papel Prensa. Que el presidente del directorio de La Nación mediante una declaración jurada ante escribano público, denuncie que la viuda de Daniel Graiver le reveló que el Gobierno le ofreció  dos millones para participar de la operación  de un hecho  que le da un giro copernicano a todo lo que el juez Arnaldo Corazza está investigando. Se cae como un piano la inmensa mayoría de los argumentos disfrazados con banderas de los derechos humanos y expone al Gobierno a una crisis que puede terminar con el alejamiento de algún secretario como Guillermo Moreno o el propio canciller Héctor Timerman. Es que alguien deberá pagar los costos que los Kirchner nunca están dispuestos a pagar.”En el caso de Morales Solá defiende a su empleador. Eso forma parte de las reglas de juego. Pero es muy descarado que luego pose de independiente. En cambio la situación de Alfredo Leuco es más grave. En su caso  se puede deducir que ha entrado en un peligroso declive que le impide la comprensión de textos. Eso ya le sucedió con el bloguero Lucas Carrasco protagonista de una broma poco feliz de intentar levantarse una chica a través de un texto que nadie que lo lea pudo considerarlo una amenaza al calvo periodista. Sin embargo recibió absurdas solidaridades y hasta la atención de la diputada nacional eternamente sumisa a Clarín Silvana Giudice que preside la comisión de libertad de expresión. De la manducadora de los almuerzos Mirtha Legrand, de la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú, y de su compañero en la radio el locutor Fernando Bravo. Si alguien duda que Leuco transitó con solemnidad por el campo del ridículo se transcriben ambos textos, como anexos,  dignos de agregarse a la colección de la revista Barcelona (1) PODER Y PERIODISMOEl poder lo definió como nadie el empresario Alfredo Yabrán: es sinónimo de impunidad.Los diarios hegemónicos no recogieron las declaraciones de Lidia Papaleo desmintiendo todo lo afirmado por Julio Saguier, en el diario Tiempo Argentino, salvo el desayuno que sí existió. Luego la viuda de Graiver escribió a La Nación y su texto aparece en la edición del 30-09-2010. Su texto es categórico: «Me encontraba fuera del país cuando el día 24 de septiembre fueron publicados en su diario los dichos de Julio César Saguier en relación con la conversación privada que mantuvo conmigo en un hotel de esta ciudad el día 26 de mayo pasado, a la cual fui invitada por él. «En ejercicio de mi derecho de réplica deseo hacer saber a los lectores del diario que resultan absolutamente falsas las afirmaciones de Julio C. Saguier, a quien jamás le dije que el Gobierno o terceras personas me habrían ofrecido dinero para contar mi verdad sobre los hechos relativos a la venta de las acciones de Papel Prensa S.A.»Es comprensible que Saguier quiera defender el valor de las acciones de Papel Prensa SA, que la Justicia deberá ahora determinar si fueron legítimamente adquiridas o no durante la década del 70.»Por el contrario, me parece absolutamente indigno de su persona y del diario que dirige que, para ello, deba descaradamente recurrir a la injuria, lo cual motivará los planteos ante los estrados judiciales correspondientes.»En cambio la respuesta del diario es desubicada con relación al reclamo: “N de la R: como se ha visto, la señora Papaleo confirma la existencia de la reunión con el doctor Saguier, presidente del Directorio de SA LA NACION. El contenido de esa reunión ha sido expuesto por el doctor Saguier en sede judicial, de modo que ha hecho lo mismo que la firmante de la carta anuncia que hará. En cuanto a lo demás, ni LA NACION ni sus autoridades contestan agravios y se limitan a las presentaciones ante la Justicia a las que la han obligado los ataques que son de conocimiento público”Así como la incomprensión de nuestra historia  y por lo tanto del presente se encuentra atravesado por el dilema sarmientino de civilización y barbarie, en el mismo camino está un periodismo que posa de independiente objetivo,  puro, u otras adjetivaciones autoindulgentes cuyas consecuencias pueden enmarcarse en una afortunada frase Malcolm X,  aquel luchador por los derechos civiles de los negros que dijo: «Si no estás prevenido ante los medios de comunicación te harán amar al opresor y odiar al oprimido.»