El presidente de la entidad, Lic. Alfredo Marchioli, informó que las actividades que en primera instancia se concretaron fueron “interpretación de fotos aéreas e imagen satelitales, relevamiento de campo, determinación de las direcciones de flujo, elementos morfológicos asociados a los desbordes del cauce de los ríos, identificación de paleocauces, análisis de obras asociadas, entrevistas a testigos y solicitud de información existente en los organismos provinciales”. “Luego –añadió-, hemos visitado tanto El Rodeo como Siján a hacer un  control de campo de esas interpretaciones y procedimos a observar los distintos desbordes de los cauces, hemos visto la asociación de distintas actividades antrópicas con esos desbordes y estamos en proceso de evaluación de toda esa información para arribar a las posibles causas de los desbordes de los ríos”. Asimismo, dijo que “en principio lo que hoy podemos asegurar sobre los resultados que hemos alcanzado es que realmente hubo una precipitación muy localizada en la cumbre de la sierra de Ambato, más concretamente en el cerro El Manchao”, y explicó que “esa precipitación ha movilizado material fino, es decir que el aluvión en su etapa inicial arrastraba material viscoso, luego incorporó material grueso, que es lo que dio origen al aluvión y posterior desastre”. A continuación, especificó que ahora se encuentran “procesando toda la información que hemos recolectado en campo, hay evidencias muy claras, estamos en proceso de elaboración y en los próximos días presentaremos el informe a las autoridades de la provincia y ante la sociedad en general”. Consultado sobre el recorrido que hicieron en El Rodeo, comentó que dicha localidad “tiene cinco puntos emblemáticos que son importantes para esta investigación, entre ellas la zona apical, lugar desde donde sale el río del tronco montañoso y se encuentra con el cono aluvial o valle, en las inmediaciones de la conocida Finca del Cura, lugar donde el río Ambato comienza a desbordar por paleocauces, luego un poco más abajo hicimos lo propio en la Finca de Basso, donde se produjeron otros desbordes del río, procedimos también a los estudios de cauces que eran antiguos y ahora se han reactivado con esta gran crecida”. También, contó que otros lugares objeto de estudio fueron “las defensas aguas arriba del camping, el área del propio camping, observamos el desborde que afectó la vivienda de Sergio Díaz, después nos trasladamos al puente de la farmacia que con la excavación lateral se desmoronó, y con mucha atención analizamos la zona del puente del mástil, que es donde se produjo el gran desborde que alcanzó a las viviendas de las familias Castiglione, Prevedello y Villafañe, entre otras familias; y por último vimos, para reconocer el volumen del aluvión y el tamaño de los rodados para inferir la energía el badén de la ruta que comunica a El Rodeo con La Puerta”. Al respecto, especificó que “principalmente han sido observaciones de elementos morfológicos y sedimentológicos que quedan como evidencias posteriores al aluvión: identificación de paleocauces,granulometría del material, tipo de rodados, dirección del flujo, procesos de erosión y/o depositación; complementariamente se realizo traqueo con GPS para representar cartográficamente los sectores afectados por el aluvión e identificar los elementos morfológicos y antrópicos asociados”. Sostuvo que en este momento se encuentran “en la etapa de interpretación y evaluación de los resultados para arribar a las conclusiones y en los próximos días pretendemos entregar el informe a las autoridades provinciales y a la sociedad en general”.  “Los desastres naturales deben estar entre las prioridades de las políticas de Estado” Más adelante, acerca del rol de los organismos gubernamentales competentes en la generación de políticas oficiales preventivas, Marchioli manifestó que lo que preocupa al Colegio de Geólogos es “la falta de participación de la Secretaria del Agua, déficit que no es solo de esta gestión sino que ya lleva años, donde no hay la cantidad suficiente de profesionales geólogos que realmente puedan abordar la temática sobre el manejo y gestión de los cursos de agua de la provincia”. Consignó que “en esos organismos hay solo un geólogo, con lo que está claro que hay muy poca participación y actividad del organismo provincial de Agua, que son autoridad de aplicación de la Ley de Agua, y tienen la total autoridad, competencia e injerencia sobre el manejo, gestión y planificación, como así también la implementación de obras y medidas de prevención relacionadas no tan solo con estos desastres, sino también para la conservación, distribución y un mejor aprovechamiento del agua para el consumo y la producción”. Tras recordar que “hay suficientes y comprobados antecedentes con consecuencias negativas en materia de fenómenos naturales, no solamente en El Rodeo sino en diversas regiones de la provincia, de manera tal que consideramos que ya es hora de tomar conciencia que es absolutamente imprescindible que los desastres naturales deben estar entre las prioridades en el diseño de las políticas de Estado y donde el geólogo debe estar presente de manera imprescindible”. En ese contexto, comentó que “los geólogos llevamos años de frustraciones, porque en sus distintos roles el geólogo que se desempeña en el sector público, como aquellos que lo hacen en los ámbitos privado y académico, han hecho recomendaciones, asesoramientos, estudios e investigaciones, pero las recomendaciones producto de estos trabajos no han sido consideradas, y cuando no se escucha a los que realmente estudian e investigan, después tenemos que lamentar las peores consecuencias como la pérdida de vidas humanas y materiales”. Seguidamente, postuló que “así como en materia de recursos hídricos las decisiones deben adoptarse sobre la base de certezas geológicas y si a pesar de ello se avanza con la construcción en zonas no  edificables el Estado debe proveer de las obras necesarias para mitigar y reducir el riesgo. De igual manera debe procederse en cualquier plan de urbanización, porque sino se seguirán construyendo viviendas en zonas de riesgo, como vieneocurriendo desde años y en la actualidad, edificándose barrios en zonas inundables con cierto grado de peligrosidad, donde lo más urgente posible se deberían realizar las obras necesarias para evitar que sean afectadas por fenómenos naturales”.