Política

Dos maneras distintas de entender la toma de los colegios

Según el Ministro de Educación, Alberto Sileoni “la toma de escuelas no es un triunfo de nada y son el fracaso del diálogo". En cambio su par porteño, Esteban Bullrich cuestionó la medida de fuerza que afecta a decenas de escuelas en la Ciudad y sostiene que "la peor manera de defender una institución es cerrándola".

Para Sileoni "la toma de escuelas son el fracaso del diálogo", para Bullrich es un reclamo ilegítimo.

Mientras crece el número de colegios tomados en la ciudad de Buenos Aires, y cuando los alumnos amenazan con profundizar las protestas, Esteban Bullrich relacionó los hechos con motivaciones políticas por fuera de las escuelas.

Reconoció que «En 2010, había un reclamo legítimo, porque era un reclamo por problemas edilicios. En ese caso marcamos que era una mala manera de reclamar, no hay un reclamo legítimo», sostuvo el funcionario macrista.

Bullrich aseguró que el diálogo «no está cortado», e insistió en reclamar a los alumnos que «abran» las escuelas.

Sin embargo en la semana el Ministro había dicho que “no habría diálogo con escuelas tomadas”, señaló un alumno.

«Nuestro principal objetivo es que el sistema educativo, a través de sus autoridades, se recupere. Necesitamos que la escuela vuelva a ser un espacio de respeto, que busca enseñar. La peor manera de defender una institución es cerrándola», aseguró

Bullrich acusó a los alumnos de cambiar el eje de las protestas.  «Primero dijeron que queríamos cerrar el turno noche, después que queríamos dejar a profesores sin horas. Ha habido mucho diálogo. Me ha pasado que me he reunido con alumnos de escuelas no tomadas, y después de la reunión, tomaron el colegio. Lo que más me importa es que la escuela esté abierta”. 

“Vamos a seguir llamando a la racionalidad, porque “estamos” destruyendo la escuela pública», expresó, con lo que para algunos se inculpó también  de esta situación

Bullrich vinculó las protestas y la marcha del  jueves que los alumnos realizaron frente a la sede del ministerio de Educación porteño, con «grupos de izquierda y sectores vinculados al kirchnerismo» que, aseguró, 

«Creemos que la medida es un paso para modernizar la currícula. No hacemos estos cambios pensando en perjudicar a los alumnos. Tienen que confiar en los adultos que toman estas medidas, no en el gobierno. Con la escuela cerrada, el milagro de la enseñanza no sucede», exhortó el ministro.

Desde hace 10 días, alumnos de las escuelas técnicas de la ciudad de Buenos Aires mantiene la toma de 33 edificios, y amenazan con ampliar las medidas a otras instituciones. 

Reclaman que la Ciudad suspenda hasta 2014 los cambios curriculares dispuestos por la Nación.