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Fidel volvió intacto

Fidel Castro recibió a importantes periodistas venezolanos con quienes reflexionó sobre las amenazas de guerra, el peligro nuclear, el caso de los Cinco Héroes cubanos presos en Estados Unidos y la batalla en el campo de las ideas.

Fidel, durante la entrevista.

El líder revolucionario concedió en las últimas horas una entrevista a periodistas .venezolanos Vanessa Davis, Andrés Izarra, Walter Martínez y Mario Silva.

Durante el encuentro, el líder cubano se explayó sobre las amenazas de guerra contra Irán, el peligro nuclear, el rol de las grandes potencias, la situación entre Colombia y Venezuela y los retos medioambientales.

A su vez, analizó el caso de los Cinco Héroes cubanos presos en Estados Unidos, la batalla en el campo de las ideas, las lecciones de la Historia, y los pasos que cree deben seguirse en el futuro.

Anteriormente, cuatro años después de su última asistencia, Castro volvió a una sesión del parlamento, en la que se lo vio enérgico, lúcido, saludable, y no dudó en exhortar al presidente estadounidense Barack Obama para que evite un ataque contra Irán.

La reaparición se llevó adelante en el Palacio de las Convenciones, donde el líder cubano asistió con su camisa militar verde olivo, pero sin las insignias de comandante en jefe. Allí leyó de pie durante varios minutos su discurso y luego, desde un asiento, escuchó y replicó a varios diputados, en una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Según Fidel «Quiso el azar que, en este instante preciso, el presidente de Estados Unidos sea un descendiente de africano y de blanco, de mahometano y cristiano. No dará la orden de ataque si se logra que tome conciencia de ello».

Además consideró que «Obama puede evitar la guerra si lo persuadimos» y contrastó «la ventaja que hay ahora, cuando en la Casa Blanca no despacha un cínico, como Richard Nixon, o un ignorante como Ronald Reagan».

Según el análisis del líder cubano, en una guerra de este tipo se utilizarían armas nucleares y devendría en una conflagración mundial. No obstante, Fidel Castro dijo ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Parlamento unicameral de la isla, que si bien hace apenas ocho semanas pensaba que era inevitable, ahora hay «una esperanza y muy profunda» de que esta guerra se evite, y consideró que la decisión está en manos de Obama.

«Un hombre tendrá que tomar la decisión en solitario: el presidente de Estados Unidos. Con seguridad, por sus múltiples ocupaciones, no se ha dado cuenta todavía, pero sus asesores sí empiezan a comprenderlo», expresó Castro. Si Obama da la orden de ataque «estaría ordenando la muerte instantánea de cientos de millones de personas, entre ellas un incalculable número de habitantes de su propia patria y de los tripulantes de todos los navíos de la flota de Estados Unidos en los mares en torno a Irán», agregó.

«Simultáneamente la conflagración estallaría en el cercano y el lejano Oriente y en toda Eurasia», pronosticó y subrayó que el orden actual establecido en el planeta «no podrá perdurar e inevitablemente se derrumbará de inmediato». «Las llamadas divisas convertibles perderán su valor como instrumento del sistema que ha impuesto un aporte de riquezas, de sudor y sacrificios sin límites a los pobres», comentó.

Sobrevendrían entonces «nuevas formas de distribución de los bienes y servicio, educación y dirección de los procesos sociales surgirán pacíficamente, pero si la guerra estallara, el orden social vigente desaparecerá abruptamente y el precio sería infinitamente mayor», aseguró Fidel Castro.

Además pidió que «podría ser liberado al menos uno de los cinco agentes cubanos presos en Estados Unidos».

Con casi 84 años y con la misma pasión por la que se caracterizó siempre en sus discursos, el primer secretario del Partido Comunista, leyó su mensaje, tras haber pedido la sesión, para exponer el tema dominante en sus artículos de los últimos dos meses y medio: las sanciones a Irán y el peligro de un desastre nuclear.

En sus respuestas al auditorio, el líder cubano evitó críticas a Rusia o China, cuando un diputado le pidió evaluar el voto de Moscú en favor de las sanciones contra Teherán, en el Consejo de Seguridad.

A otra pregunta respondió que ya hay acciones a favor de la paz y puso un primer caso: «No tengo la menor duda de que los chinos están trabajando en esa dirección», manifestó.

Castro había asistido por última vez al parlamento en junio de 2006. Un mes más tarde se vio afectado por la enfermedad que le impidió continuar con sus funciones oficiales. En 2007, más recuperado empezó a escribir artículos y el pasado 30 de julio anunció a los líderes de la Juventud Comunista: «No hace mucho, realmente, libré las últimas batallas para encontrarme como me encuentro hoy».