Ciudad

Irregularidades en la licitación del Zoo porteño

El gobierno de la Ciudad anunció el llamado a licitación para el 29 de junio, con un canon base inferior al monto que pagan hoy los permisionarios y sin ser aprobada por la Legislatura, como fija una ordenanza. Mientras esto ocurre, crece el deterioro del histórico parque.

  Legisladores porteños opositores al macrismo denunciaron irregularidades en el llamado a subasta pública para la nueva concesión del Zoológico de Buenos Aires, anunciada por el gobierno de la Ciudad a través de una solicitada en el diario Clarín, y confirmada ayer en el Boletín Oficial. Además. Por otra parte, criticaron la falta de control sobre la actual concesionaria, cuyo contrato venció en julio del año pasado, lo que llevó a un “deterioro y total abandono” del histórico parque, con la pérdida de 31 especies de mamíferos y 72 especies de aves. El expediente 375.423/2011 detalla la subasta para la concesión de uso y explotación del predio ubicado en el barrio de Palermo por el término de cinco años. “Es un despropósito licitar la explotación al mejor postor”, aseguró el legislador Adrián Camps (Partido Socialista Auténtico), al tomar conocimiento del llamado y manifestó que esta subasta “viola las normas vigentes”, porque no tiene en cuenta la Ordenanza Nº 46.229, surgida en 1993 como reacción ante la ola privatizadora y referida a la concesión de espacios verdes, que establece que “las concesiones y permisos de uso vigentes se mantendrán hasta que opere su vencimiento, a partir del cual no podrán ser renovados. Las tenencias precarias existentes en la actualidad caducarán a partir de la presente ordenanza”. Camps afirmó que cualquier excepción a la norma, como ocurrió con las concesiones del Club de Amigos o el Jardín Japonés, debe ser votada por la Legislatura, que en este caso no fue tenida en cuenta. El predio del Zoo alberga 52 edificios declarados Monumento Histórico Nacional visiblemente deteriorados, y 1980 animales de 305 especies. La concesión, a cargo de Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires SA, caducó el 31 de enero de 2011, pero el gobierno de la Ciudad le dio una prórroga de seis meses, que aún continúa de forma provisoria La empresa sostiene que paga un canon mensual de $ 150 mil por mes, aunque no ofreció datos contables concretos. El canon base de la subasta (143.500 pesos) es incluso inferior a ese monto. “Ahora está como el limbo, no tiene normativa. Pedimos que se hiciera una auditoria de corte, que el PRO no quiso aceptar. No se sabe qué es lo que hay, qué es lo que se va a entregar y menos aun qué es lo que desapareció, como si en estos 20 años hubiese estado todo perfecto”, expresó Manuel Ludueña, asesor del legislador del Frente para la Victoria, Francisco “Tito” Nenna. Desde el Ministerio de Desarrollo Económico porteño, explicaron que “es una concesión menor a cinco años; por lo tanto, es potestad del Ejecutivo que decide volver a concesionar; no necesita pasar por la Legislatura”. “Para dar la concesión tenés que hacer una ley especial, no podés eludir a la Legislatura, independientemente de si es más o menos de cinco años. Este debería haber sido el procedimiento, y no esa subasta risueña porque es un período muy exiguo para exigir el manejo adecuado de una empresa, sobre todo con un lugar tan deteriorado”, señaló Ludueña, y agregó: “Esto también blanquea todos los desmanes que se han hecho de los recursos. Hay dos enormes carteles de publicidad privada, servicios de gastronomía, y cobran entradas especiales más caras. No se sabe adónde va toda esa plata, porque no se destina a un mejor mantenimiento edilicio ni de los animales. Sólo se usa el Zoo con fines comerciales.” El legislador agregó como otra irregularidad de la subasta el hecho de no haber consultado a la Comuna 14, que por ley tiene competencia en los espacios verdes: “El Zoo está zonificado como urbanización parque, competencia exclusiva de las comunas.” Por su parte, un grupo de vecinos, patrocinados por el abogado Pedro Kesselman, pidió la intervención judicial del Zoológico. Reclaman que el histórico predio deje de tener un funcionamiento netamente comercial y se utilice para fines científicos y educativos. “Al Zoo hay que pensarlo en términos modernos, con manejo estatal de la Ciudad, que articule con sectores de investigación y gestión de los animales y del lugar. Hacer esta subasta es perder oportunidades. Va a ser más un museo que un lugar de vida”, agregó Ludueña. Camps pidió que antes de concesionar el predio se debata “qué zoológico queremos” y la forma correcta de administrarlo: “Se trata de un predio centenario, con alto valor paisajístico y arquitectónico, pero construido con una concepción victoriana, con animales enjaulados, un pabellón de las fieras y otros anacronismos.”