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Neuquén

La maestra dio señales de vida: está bien, pero tiene mucho miedo

Patricia Rosso, quien desapareció hace tres semanas, mantuvo un breve contacto telefónico con su madre el viernes en horas de la tarde. No dio detalles de su paradero, probablemente por cuestiones de seguridad. La Justicia investiga una posible pista de drogas, hecho delictivo al que la vincularía su última pareja. La policía continúa su búsqueda.

Patricia Rosso, la directora del CPEM 70 de Neuquén desaparecida hace tres semanas, dio una señal de vida: el viernes en horas de la tarde se comunicó telefónicamente con su madre para decirle que estaba bien. 

Según informó el diario la Mañana de la capital provincial, la mujer no le dijo de dónde la llamaba, pero sí le reconoció que tenía mucho temor. La charla fue breve y la docente no dio mayores detalles de su paradero, probablemente por cuestiones de seguridad.

Vale recordar que Rosso es intensamente buscada por la Policía y la Justicia neuquina, luego de que de buenas a primeras, vendiera la vivienda que ocupaba, abandonara el cargo de directora interina que tenía en una escuela de adultos y desapareciera repentinamente.

Si bien no se sabe porqué, era evidente que la profesora de geografía tenía muchísimas deudas. Incluso, allegados informaron que en los últimos meses había pedido plata a sus compañeras y había intentado buscar dinero a través de préstamos.

Además, recientes testigos develaron que Rosso practicaba la religión umbanda desde hacía dos o tres años y que estaba vinculada con gente de ese ambiente. Sólo a una compañera de trabajo le confió que necesitaba plata para “sacarse de encima” al menos a dos familias que también formaba parte del umbandismo y que ella misma había hospedado en su casa. 

 

Nuevas puntas: su pareja

Si bien la Justicia no descarta ninguna hipótesis, recientemente comenzó a seguir una pista relacionada con la venta de droga y por la que podría estar vinculada su última pareja.

Por lo que se sabe, el hombre podría estar vinculado al ambiente delictivo, por lo que no se descarta que Rosso haya sido presionada para conseguir dinero y que ese haya sido el motivo de su decisión de abandonar la ciudad.

En tal sentido, se intenta determinar es si la venta de la vivienda, ubicada en el barrio Huiliches, se habría concretado de manera voluntaria o si la mujer fue obligada a hacerlo bajo amenazas, y además, establecer si el dinero o los bienes que recibió habrían sido utilizados como parte de pago para algún ilícito.

Los investigadores sospechan además que si bien la directora compró un pasaje en la empresa de colectivos TUS para dirigirse a Río Cuarto, provincia de Córdoba, pudo haber realizado algún transbordo a otro punto del país.