En una carta dirigida a Rubén Gabriele,  titular de la UCR en la ciudad de Buenos Aires, Yrigoyen exigió que se eleve al Tribunal de Ética del partido un informe con pedido de sanciones para los «radicales que se encuentran colaborando en la formación de un espacio político afín al jefe de Gobierno de la Ciudad».

El titular de la Convención Nacional –sobrino nieto del ex presidente nacional– atendió así el reclamo de una dirigente local, en el que se advertía que «las inconductas partidarias» de este grupo de radicales «ameritan la expulsión» del partido.

El pedido abarca a un grupo de dirigentes encabezados por el ex ministro de Educación de la Alianza, Andrés Delich, que presentaron la semana pasada un nuevo espacio que pasó a llamarse Propuesta Radical Argentina (PROA) y que apunta a reclutar dirigentes para la campaña de Macri presidente. 

Además de Delich, en el grupo se cuentan el ex vocero de Fernando de la Rúa, Juan Pablo Baylac, los actuales legisladores del PRO en la Ciudad Raquel Herrero, Oscar Zago y Martín Ocampo, y el intendente radical de Neuquén, Horacio  Quiroga, ex colaborador de Julio Cobos, quien también recibió una «expulsión de por vida» de la UCR en 2007 a raíz de su alianza con el kirchnerismo.

El presidente de la UCR, Mario Barletta, había reconocido semanas atrás un intento de la fuerza de Macri por seducir radicales.