Sociedad

Victorio “Samba” D´aprile

“Siempre me manejé en la vida con ubicación y respeto”

Fue mano derecha y amigo de Sául Ubaldini, uno de los dirigentes gremiales más importantes de la historia argentina. En este mano a mano con El Mensajero Diario, revela cómo era el sindicalismo en otra época y cómo son hoy los dirigentes gremiales.

Le dicen Samba porque bailaba con un plumero en el medio da la calle música brasilera y el dueño del colectivo dijo: ?este es un samba, siempre alegría y risa?.

«Samba» vive en la localidad de Moreno y comenzó a trabajar con los vecinos porque considera que los chicos necesitan contención. Desea un mundo mejor con educación, trabajo y dignidad para sus hijos y nietos. Confiesa que Alfonsín estimaba a Ubaldini y que los militares lo habían puesto como un títere, sin saber lo que iba a significar para los trabajadores. Se ríe de los que hablan de la Soledad del poder y se entristece por la industria que hacen de los pobres. Por Anabel Acevedo ¿Cambiaron los principios del sindicalismo peronista?  Cuando entró Néstor dio lo que tenía que dar: las paritarias todos los años. Por ahí se iba a hablar y se solucionaban los problemas. Nosotros combatimos a Menem con el MTA, que era Moyano, Palacios y un grupo que acompañaba contra un monstruo de gremios grandes que estaba con Menem y se les ha ganado en federales. Hoy el dirigente gremial si lo ves no opina. Los veo como que no se quieren retirar y darle paso a la juventud. Este gobierno les sacó la plata de las obras sociales y no se animan a devolvérselas y a pedirla. Las obras sociales están todas fundidas, empeñadas. Para mí Cristina sirvió para estar en diputados y senadores, cuando el MTA la iba a ver al senado nos atendía,  nunca nos traicionó pero es dual. Llama a la unidad pero invita a los industriales y a la CGT de Caló, y deja afuera a Moyano y a Micheli de la CTA, ¿de qué unidad me está hablando?.  A ver si se animan en las paritarias a decirle a Cristina: nosotros la queremos mucho, pero queremos el 30 por ciento. ¿Por qué pedir el 20 por ciento por mesura? ¿Hasta cuándo va a hacer el sacrificio el trabajador? El dirigente está bien cómodo ¿y el trabajador? Hoy para irte de tu casa a trabajar, para las cosas de los chicos tenés que dejar doscientos pesos en la mesita de luz.     ¿Hubo un antes y un después en el trato que tuvo Néstor con el sindicalismo y el que tiene Cristina? Si te ponés a pensar no puede haber tres CGT y dos CTA, divide y reinarás. La unidad hace a la cosa, hay que tener una CGT unida.   Durante la última  dictadura militar ¿Cómo era el papel de los gremios? Cuando asume Cámpora, hubo una primera apertura, hasta el ´76, levantaban a los que verdaderamente defendían a los trabajadores. Hasta el mismo gremio te quería romper la boca para que no siguieras hablando. En el ´76 me vinieron a buscar, anduve guardado, tranquilo. Hasta que vino un amigo y me llevó a la Chevallier. Me hago delegado por mi humor, nunca cambié. Ahí saqué al otro géminis, el artista, en Río Cuarto cantaba, hacia imitaciones pero observaba a los que estaban en la mesa para ver si habían participado del gremialismo. Cuando empieza a salir el sol en el ´79 cito a cinco y me equivoqué con dos. Fui a hablar con don López, el mayor accionista de la empresa y  le dije que quería conformar una comisión de reclamo y me dijo que no había problema. Hay que poner el oído, tomar un mate, hablar. Pero pienso en la miseria de los políticos: plata, plata, la plata sirve; yo tuve momentos buenos en la vida. Soy un agradecido y siempre pensé que la vida te la maneja el de arriba, hoy acá donde estamos sentados es lindo, una casa linda pero yo no sabía que iba a vivir acá por la condición de pobre que tenía. No robé nada esto es producto de que siempre lo que tuve lo invertí en ladrillo y no tengo más casa que esta. Después hay que agradecerle a Dios cuando te levantás por la salud y que la familia esté bien.   ¿Por qué crees que la gente pierde sus valores? Por la forma en que viviste. Cuando llego a donde llego, seguí yendo al café, seguí viendo los muchachos y para seguir en la murga tuve quilombo. Cuando entro al gremio me mandan a la CGT, me hago amigo de los porteros. Algún día quisiera escribir un libro y el titulo diría ¿Por qué el dirigente gremial tiene cara de mierda?. No sé por qué, no se ríe. Ubaldini, era como Maradona. Con el tiempo paso a ser la mano derecha, era una responsabilidad porque trabajaba todos los días con él. Hizo muchas cosas por mí, fue un grande, siempre estuvo: cuando fallecieron mis padres y mi suegro. No podía caminar por la calle, llenaba Plaza de Mayo, 9 de Julio, para ir a comer era un quilombo, lo abrazaban todos.  Alfonsín lo amaba, el resto fueron rumores de una de las mujeres de Sául. A Sául lo pone en donde lo ponen, en los militares lo eligen a él que era de los cerveceros, de la levadura CALSA, lo ponemos ahí y después lo volteamos. Después lee un documento fuerte que va preso, le pasan un montón de cosas y de ahí va surgiendo. También tuve la suerte de ser mimado por Lorenzo Miguel. Siempre me aconsejó, hizo gremios y se los dio a los dirigentes, cuando fallece empiezan a hacerse todos los vivos y empieza la miseria de todos. Yo no sé, si tuvo fortuna ¿En dónde está? Hubo amigos que cuando muere, mueren de tristeza. De él rescaté todo lo positivo, cómo se  negocia de verdad. De Sául viví toda esa carrera vertiginosa de la gente; hasta que después lo cagan: se divide la CGT porque no le servía a Menem que venía, y después el final de la película es triste, muere al lado mío, abandonado, por la otra que se decía señora, en un geriátrico. En ese momento, me iba del gremio a las dos de la tarde hasta las 10 que se acostaba poníamos la radio, mirábamos TV, pero ya deliraba. Por eso cuando me dijeron la “soledad el poder” yo me río porque me fui del gremio a trabajar otra vez en la Chevallier. Y me decían vos que viviste tantas cosas, al lado de Ubaldini cómo iba a hacer para no pensar en la “soledad del poder”.   Luego de tu función como representante de los trabajadores ¿Qué les pasaba a tus colegas cuando vieron que volviste a viajar? Quería que viajara con ellos. Palacios me llamaba y me decía Samba bajate de ahí, te vas a matar, pensá en la familia, los nietos. Un día me dicen ¿Viste la TV se mató Palacios?. Fueron dos reveces que me dio la vida, eran mis amigos. Por Saúl llegué a ser representante de la Confederación de Trabajo en Israel, en un seminario sobre la democracia y la paz en la época de Alfonsín. Eso no tiene precio, haber recorrido el mundo. Había mucho respeto, no jodías, uno se tenía que ubicar. Íbamos en el coche con él  y no hablábamos prendíamos la radio. Era pensante, trabajaba sábado y domingo. Como se va Menem: esa es la soledad de poder. Con la desgracia que tuvo, la pérdida de un hijo no sé cómo siguió viviendo. Son ambiciones desmedidas porque no se van a tiempo. Entonces son cosas que te van pegando, llevando y eso es lo que te marca un camino en la vida. Hay dos: el bueno y el malo, agarrás el que más te guste pero después no vengas para atrás porque del malo te pueden tentar con alguna maleta o que estas jodiendo con el capital del que está en el camino malo. Estoy muy sensible, lloro mucho, a veces no contengo el tema del llanto porque me dan bronca muchas cosas. Que digan las cosas que dicen y no dan soluciones. Massa tampoco es Perón y no va a salvar la país si acá no se sientan en serio y no piensan en función al país, no salimos adelante.   ¿Cómo te metiste en el sindicalismo? No te das cuenta yo siempre me manejé por la vida, que te enseña dos cosas: ubicación y respeto. Había mucho respeto, yo soy de la época de que la gente se sentaba en la calle con la sillita, los carnavales se jugaban con agua, salían las murgas. Hasta hoy para mí es una terapia, los martes voy al ensayo. Pero hasta eso cambió porque la murga, ahora lo paga la municipalidad y hay 200 murgas. Hasta cambiaron la forma de cantar no critican al gobierno. Critican a Tinelli, a Moria Casán, etc. La murga es social. Yo era un chico de la calle, vendía cosas, trabajaba con un berretero (los que vendían cacerolas, alfombras, etc). Tenía 21 años y un vecino me llevó a la línea 109. Lo que a mí me lleva a ser delegado es que nunca cambié.   ¿En qué estás trabajando en la localidad de Moreno?  Acá están las 62 organizaciones peronistas de Moreno, hará seis o siete años, a parte de la Nacional. Tengo ganas de  conformar un centro de formación profesional para los chicos, para la contención, y como dice el Papa “que no hay que tirar los viejos por la ventana”. También podemos ayudar de la experiencia que uno tiene, para hacer eso tiene que pensar en lo que tiene atrás los hijos, los nietos, la juventud que se ve que no tiene futuro. Y en base a eso estoy trabajando, es una lucha. Es un distrito muy difícil a nivel político, yo convivo acá hará trece años y no cambió nada. De la industria de los pobres hicieron plata. En el sindicalismo hay de todo como en toda profesión: gente que le interesa de verdad la profesión y otros que están para hacer lo que primero piensan en atar el carro que se ata adelante y de atrás ver la que me llevo, como si la plata solucionara todo. Empecé a trabajar en eso, me siento bien, tengo respuesta de los chicos.   Además de la contención ¿Qué más le falta a la gente que vive acá? Yo sé que pobres siempre hubo, yo fui pobre cuando era chico. Cuando llegas a un cargo importante tenés que irte por la puerta grande. A ellos no les interesas, hicieron una industria de la pobreza. Es fácil hoy por hoy decir: los chicos toman cocaína o fuman paco, bueno ¿qué hacemos? Tienen agarrado a los barrios con los punteros que son los que los esperan en la caja cuando van a cobrar los subsidios y les sacan 200 pesos y ¿nadie lo sabe eso? Todos miran para otro lado. El peronismo dignifica a la gente, uno qué podría haber hechos siendo intendente, cuando se habla de los pueblos industriales para que la gente trabaje. Pero a este intendente le sigue interesando que Moreno es ciudad dormitorio. Hay que venir a las tres y treinta de la madrugada y ver cómo sale el primer tren. No creo que la gente tenga que irse del territorio porque puede hacer un polo industrial como corresponde. Pero acá hacen todo al revés, vos pones una industria y cuando te llama la intendencia ya mangan. Se puede pedir de otra manera: póngame la fábrica, tome gente de la zona y empezás a dar trabajo, dignificar. Pero todo al revés. Usted por tres años no va a pagar tanto de impuestos para que se vaya haciendo. Pero no, entonces han pasado fábricas y se fueron. Acá no hay centro, los chicos tienen que tomarse una combi los sábados para irse a bailar a otro lado. ¿Por qué tienen que irse del territorio?. Para algunos seré un tonto, pero yo estoy bien así, apoyo la cabeza en la almohada y duermo, puedo mirar a todos a la cara. Yo pienso que no leyeron nunca a Evita. Evita decía: ojo  con el compañero que se vuelva oligarca. Tenía razón. A veces veo compañeros que estuvieron en la actividad gremial y pasan a ser políticos, y a varios llamé y les dije: entonces voy a creer que hay un goce sexual, cuando te ponés la corbata. Yo te llamo y vos no me atendés, y antes cuando éramos sindicalistas sí. Yo no lo llamo para manguar nada solo para saber cómo está. Todos aprenden lo malo y no lo bueno. Para hacer hay un montón de cosas, yo voy a empezar a hacer. A dónde llego no sé. Por ahí la gente empieza a creer porque la gente está muy descreída y hay que aceptarlo también, hoy le dicen A y mañana B.   ¿Como ves la situación actual del país? A nivel territorial, hay territorios que fueron bien administrados por los intendentes y otros como este que nada que ver. La situación la veo mal. La bronca que me da es que acá la gente no sale, no levanta la cabeza. No hace falta ser sindicalista ni político hay que tener un poco de raciocinio, decir basta, se acabó. ¿La policía no sabe en dónde están los que tienen que ir a buscar?. Lo que yo veo es que hoy el negocio es la droga porque la prostitución y el juego quedó de lado, con lo otros se recauda más, entonces va una valija con plata para los capos de la provincia. El poder político después la paga, una vez que te metiste no salís. Somos dóciles, viven acá los narcos, ya nos eligieron, van y vienen. Vamos a ver si se combate o no.   A Caló el saco de Lorenzo Miguel le quedó grande, los vivos de la época de Lorenzo están atrás, no fueron secretario general porque sabían a dónde iban, le hicieron poner la cabeza a este. Es buen muchacho pero para tomar café. Lorenzo era Lorenzo, y no agarró su escuela. Lo ves y te da lástima.   ¿Qué país te gustaría que les quedara a tus hijos y a tus nietos? Un país en serio: donde todos tengan trabajo y posibilidades de estudiar. Que se tenga acceso a la salud. Que no se le mienta más a la gente, trabajar por los jubilados. Hay países que los veneran a los viejos y los cuidan porque trabajaron todo la vida y cuando se retiran hay que darles un beneficio, tienen que vivir bien, llegar a fin de mes. Esta es otra cosa pendiente, la gente que trabaja en negro el día que se jubilen van a cobrar dos pesos con diez. Y la gente agacha la cabeza y va. La mayoría de los trabajadores en negro los tiene el Estado, las agencias, hacen abuso, siempre la variable de ajuste es el trabajador. Uno tiene que dejar las ambiciones de lado y volcar todo lo bueno para la juventud y que le den para adelante, que trabajen y estudien porque prepararse en la vida es importantísimo. Por ejemplo, me reúno una vez por mes con la mutual de los exjugadores de Boca, un día acá en la zona de cuartel V cargamos a los chicos y los llevamos a pasear. Chicos que no conocían la calle Corrientes, abrían los ojos, el Cabildo, la Casa Rosada, cuando entraron en la cancha y en el museo para ver unas películas, la cara de esos chicos no tiene precio. Después fuimos a comer estaban agradecido todos te dan un beso, te abrazan, cómo no vas a dormir bien ¿Cuánto te sale todo eso? ¿Hay que sacar un  presupuesto para hacer eso?. Pero acá hay mucho por hacer en el tema social y ahí me voy a abocar. No puede ser que en el país donde siempre fuimos pioneros con la comida se mueran chicos desnutridos. De los que se drogan que se puedan salvar algunos es un éxito, uno quisiera que no hubiera nadie pero hay que darles contención. Acá lo que está fallando es la clase dirigente, sí hay algunos gremios que están bien pero no todos. Ojala que este año haga reflexionar a la clase dirigente y si alguno me llama podríamos ir a los barrios, caminar con la gente.   Perfil de Samba Música: todo Películas: las de acción. El Padrino.

Frase: Muchas frases pero queda una: “La palabra es un documento.”