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Neuquén

El boom petrolero suma un nuevo eje productivo en el Chañar

Con un 67% más de población que en 2001, la ciudad dejó de ser un pueblo agrícola y se convirtió en polo vitivinícola. “Es un pueblo productivo y tenemos que conservar la identidad, pero a la vez mejorar las posibilidades de los jóvenes de capacitarse y conseguir trabajo”, expresó el jefe comunal.

El boom de la explotación de yacimientos no convencionales en la formación Vaca Muerta y el giro en la economía neuquina están modificando la dinámica de los pueblos en los alrededores de la zona petrolera.

San Patricio del Chañar comenzó de a poco a reformular las bases que fundaron este pequeño poblado que hoy tiene poco más de 7.500 habitantes, un 67 por ciento más que el resultado del Censo de 2001.

Es que en menos de 30 años pasó de ser un pueblo agrícola de inmigrantes esforzados por dar batalla al desierto, luego llegó el desarrollo agroindustrial del polo vitivinícola neuquino, hasta alcanzar la nueva etapa: producción hidrocarburífera no convencional.

Esta nueva fase de cambios se produce luego del anuncio del acuerdo YPF-Chevron, donde las obras de vinculación vial por unos 372 millones de pesos en su momento, para construir la “ruta del petróleo”, traerá aparejado un nuevo crecimiento económico, según estiman comerciantes y desde el Municipio local.

“Hay dos lecturas sobre este cambio: una es la posibilidad que tiene la gente de poder encontrar diversidad en el empleo y mejorar los ingresos, y otra es la complejidad, porque el desarrollo es muy acelerado”, opinó Ramón Soto, intendente de la localidad.

Es que el crecimiento devino en problemas de infraestructura, sobre todo en servicios básicos, y a pesar de que las anteriores gestiones de gobierno han gestionado y planificado el futuro de El Chañar, el progreso llegó más rápido de lo esperado.

A los 7.800 habitantes que tiene en la actualidad (con la proyección para este año) hay que sumarle los más de 2 mil que llegan desde noviembre y hasta marzo para trabajar en la cosecha, los denominados «golondrina» o «temporarios». Muchos de ellos no regresan a sus lugares de origen e intentan radicarse en toda costa por las promesas de empleo y mejores ingresos.

“El Chañar es un pueblo productivo y tenemos que conservar la identidad, pero a la vez mejorar las posibilidades de los jóvenes de capacitarse y conseguir trabajo”, expresó el jefe comunal.

Ante este panorama, el Gobierno tuvo que mejorar el sistema de agua potable de la ciudad que había quedado casi obsoleto. La gran demanda de agua potable en el nuevo sector del barrio Parque Industrial hizo que los viejos pobladores del Norte quedaran sin abastecimiento.

Días atrás, se inauguró una nueva cisterna con una capacidad para abastecer unos 700 mil litros de agua y más de 2.400 hogares. Pero tampoco fue la solución.

Además, el gobernador Jorge Sapag transfirió unos 3,9 millones de pesos para construir un nuevo sistema de captación de agua potable, con un túnel de drenaje natural (tunnel dren) para terminar con los problemas de turbidez que genera el caudaloso río Neuquén.

“Creo que nos hemos podido equilibrar y ordenar, en aspectos sustanciales, mejorando condiciones de asentamiento y desarrollo bajo condiciones básicas, por eso nuestro énfasis en los servicios”, explicó Soto.

Las reformas estructurales del pueblo también alcanzaron a las nuevas piletas de oxidación cloacal, por un costo de 17 millones de pesos, a través de un financiamiento del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) con una proyección para 20 mil habitantes.

Por otra parte, uno de los problemas que avizora el comercio local es que la ciudad no quede “aislada” por el tránsito petrolero hacia los yacimientos de Añelo. Es por eso que desde la cámara local se pretende que, a través del acuerdo con Chevron, o por administración del gobierno provincial, se construya un puente sobre el río Neuquén, para vincular las rutas 7 y 51, en la Picada 1.

Este punto estratégico de la obra vial implica que parte del tránsito turístico pase por San Patricio del Chañar para generar una movilidad comercial en el servicio de ruta.

Canales de riego

Otro de los puntos a desarrollar es la modernización de los canales de riego, ya que desde hace un tiempo distintos estudios arrojaron que un 40 por ciento del agua “se pierde” por las filtraciones y no es aprovechada para el riego de chacras.

Son 51 kilómetros de canales los que se cementarán, con un presupuesto cercano a los 200 millones de pesos, para posibilitar la puesta en riego de más de 11 mil hectáreas. Actualmente, ya se firmaron los convenios para que comiencen las obras en estos días a través de la Unidad Provincial Ejecutora de Financiamiento Externo (UPEFE).

Más allá de las obras que benefician al sistema productivo, el intendente dijo que existe una preocupación por las tensiones generadas por los dos modelos, tanto el agrícola como el petrolero. Mientras tanto, la localidad comenzó a preparar jóvenes para el mundo de los hidrocarburos, que es el nuevo modelo que irrumpe en la tranquilidad chañarense.

“Entendemos que la producción está pasando por un momento difícil, hay cambios sustanciales como el caso de Expofrut, que está acotando su nivel de producción, erradicando montes, descartando variedades de frutas que no eran rentables y dejando tierra ociosa. Esa es una preocupación por la mano de obra que se pierde”, concluyó Soto.