El gobierno porteño anunció ayer que la inauguración del Metrobus en sus corredores 9 de Julio y Sur está prevista para la tercera semana de julio, en tanto desde hoy estará prohibido girar a la izquierda desde la avenida 9 de Julio y esta maniobra deberá hacerse desde las calles laterales: Bernardo de Irigoyen/Carlos Pellegrini, y Cerrito/Lima.

Nidia Marinaro, arquitecta e integrante de PropAMBA, dijo que «se está sacrificando un bien no renovable como los espacios verdes de la Ciudad en función de otro bien que es el del transporte automotor en superficie».

«En este caso -continuó- es el gobierno quien, como administrador, debería tener la capacidad y creatividad para encontrar estrategias para poder reordenar el tránsito en la ciudad sin sacrificar espacios verdes».

Marinaro recordó que «las obras del Metrobus están marcadas por un proceso legal complejo», ya que un primer fallo del juez Guillermo Scheibler dispuso detener las obras al considerar que «reducían notablemente la superficie de espacios verdes y ordenaba al gobierno de Macri presentar un proyecto que reduzca el impacto ambiental que generarían las obras».

«Este gobierno toma las calles como ejes, de un lado la bicisenda y del otro contenedores de residuos, no contempla estas arterias como un lugar por donde la gente transita y vive» aseveró Marinaro

En consecuencia, el gobierno porteño presentó un Proyecto de Superficie Absorbente en el Corredor que establece la construcción de «unos canteros de 2,50 metros por 0,90 de alto que servirán de separadores y otros de 1,20 de ancho por 0,90 de alto que se ubicarán en las veredas de Cerrito y Pellegrini, en donde se plantarán parte de los árboles retirados de las plazoletas centrales».

La especialista detalló que «cuando el gobierno porteño presentó esta documentación, otro juez, Lisandro Fasman tomó estos canteros que suman mas de 12.000 metros cuadrados como superficie verde y dejó continuar las obras del Metrobús».

Sin embargo, «estos canteros no pueden tomarse como superficie verde ya que si bien pueden absorber algo del agua de la lluvia y cumplir la función de oxigenar, no tienen salida así que no pueden escurrir el agua ante una lluvia fuerte», agregó.

«Además tienen casi un metro de altura por lo que están a otro nivel que el de la superficie de la ciudad, por lo que no hay forma de que absorban ni escurran, es agregar más cemento a una ciudad que no lo necesita».

Según Marinaro, PropAmba coincide con el gobierno de la Ciudad «en la urgente necesidad de reorganizar el transito porteño, pero no es esta la medida más eficaz».

La especialista en materia urbana precisó que «además de las obras ya realizadas para el Metrobús está previsto -incluso ya se ha llamado a licitación- la construcción de dos túneles para unir Retiro con Libertador y Constitución con San Juan».

«Estos túneles son necesarios porque los vehículos del Metrobus son muy largos y tienen un radio de giro muy grande por lo que no pueden circular por arterias comunes», afirmó y denunció que estas «dos obras tampoco tienen ningún estudio de impacto ambiental».

Marinaro consideró que «la circulación por la 9 de Julio será un escenario más que conflictivo, cambiará mucho el esquema de circulación en el área central y se van a tener que cambiar las sincronizaciones de los semáforos».

En este sentido, precisó que «el Metrobús es usado en algunos países que están en vías de desarrollo» y que «no es uno de los transportes más limpios en materia de cuidado de ambiente, además en estos países el servicio del Metrobús se instala en arterias periféricas y no en avenidas centrales como la 9 de Julio que es el corazón de la Ciudad».