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Si Ghana no libera la Fragata Libertad, Argentina recurrirá al Tribunal del Mar

Durante una conferencia brindada este mañana, el canciller, Héctor Timerman y el ministro de Defensa, Arturo Puricelli aseguraron que el martes vence el plazo para que Ghana levante el embargo sobre la Fragata Libertad, y que de no hacerlo, la Argentina quedará habilitada para presentarse ante el Tribunal del Mar, en Hamburgo.

La Argentina irá al Tribunal del Mar por la Fragata.

Los ministros ofrecieron, esta mañana, una declaración de prensa en la Sala de Conferencias de la Casa Rosada. Ambos funcionarios afirmaron que se ha  recuperado la calma en la Fragata, luego de ataques y agresiones sufridos por parte de autoridades portuarias ghanesas en los últimos días, pero que aún el buque continúa sin suministro de agua y electricidad.

Puricelli aseguró que “en cumplimiento de una invitación de Ghana para nuestra Fragata haga puerto allí,  fuimos sorprendidos por una inusitadamente urgente medida judicial, notificándonos la imposibilidad de continuar con nuestro itinerario”.

Desde el 2 de octubre último la Fragata Libertad se encuentra retenida en el puerto de Tema, en la ciudad capital de Accra, ante el pedido de una medida cautelar y embargo del buque por parte del  fondo buitre con NML Capital Limited con “cede en la guarida fiscal de las Islas Caimán”, según precisó el canciller.

Timerman indicó que  el último 22 de octubre las autoridades portuarias ghanesas presentaron una  moción para mover a la Fragata fuera del puerto de Tema, “a un lugar sin condiciones de seguridad” y que el juez interviniente aprobó el pedido, pero para que sea movido a otro muelle, dentro del mismo puerto.  “Se sucedieron agresiones contra la Fragata”, dijo.

Puricelli aseguró que el 6 de noviembre “nuestra Fragata fue objetivo de agresiones por parte de autoridades portuarias ghanesas”. Además, el ministro de Defensa indicó que se cortaron los suministros de agua y electricidad, “en violación a los derechos básicos y elementales”.

Ante esa situación, Puricelli explicó que en la madrugada del 7 de noviembre se reunió en el edificio Libertad, sede de la Armada Argentina, junto con el jefe de esa fuerza, para instruir al comandante de la nave, Pablo Salonio, sobre los pasos a seguir y se ordenó al «personal de la nave que hiciera exhibición del armamento reglamentario cuando se estuvo a punto de abordar la fragata».

El funcionario indicó que mantuvo luego conversaciones telefónicas e intercambio de correos electrónicos con su par de Defensa de Ghana, Joseph Henry Smith, a quien se le solicitó su «intermediación» para que «cesen de inmediato las acciones de fuerza que estaban siendo llevadas a cabo en clara violación al derecho internacional».

«Esas acciones, así como las realizadas por la Cancillería y la embajada argentina en Ghana, determinaron el cese de las vías de hecho y la recuperación de la calma, circunstancia que se mantiene a la fecha sin haberse restablecido aún los servicios de electricidad y de agua», precisó.

Además, Puricelli indicó que el 8 de noviembre se concretó una reunión entre autoridades portuarias de Ghana y el comandante de la Fragata para «evitar que se repitan situaciones que comprometen las tratativas» y constituyen «violaciones a las normas elementales del derecho internacional».

En ese encuentro, las partes «acordaron la necesidad de reunirse periódicamente para ofrecer garantías, no entorpecer las tratativas en curso y asegurar la buena convivencia entre los distintos actores».

Por último, Puricelli indicó que «en estos momentos se está llevando adelante un almuerzo de trabajo entre el comandante de la Fragata y autoridades de la marina y portuarias ghanesas» y que en la mañana de hoy «se reiteraron las gestiones para restablecer el servicio de agua y electricidad para recuperar la normalidad hasta tanto la justicia autorice la partida de la Fragata».

Por su parte, Timerman reiteró que «mañana vencen los plazos para que el gobierno de Ghana levante el embargo sobre la Fragata Libertad, reconociendo la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar».

El canciller agregó que «pasado mañana la Argentina quedará habilitada para presentarse ante el Tribunal del Mar en Hamburgo». También dijo que «la Argentina no está en desacato», como había denunciado Ghana, y que ese país «tiene plazo hasta mañana para ordenar la medida provisional de permitir el reabastecimiento y la salida de la Fragata Libertad de sus aguas», tal como lo solicitó el gobierno argentino al presentar una demanda ante el Tribunal Internacional del Derecho del Mar.

Timerman consignó que, de no dar respuesta a este pedido, «Argentina el 14 (este miércoles) demandará esa misma medida al Tribunal Internacional del Derecho del Mar».

Para finalizar, el canciller citó el mensaje que el presidente Néstor Kirchner dio en la Asamblea Legislativa del 1 de marzo de 2004:

“A los llamados fondos buitre que, junto a los intereses financieros más recalcitrantes e insaciables, intentan lucrar con la difícil situación ejecutando acciones mediáticas y espectaculares pero destinadas al fracaso para lograr sus fines, les cabrá entender la firmeza de las posturas nacionales”.

“Queda claro que no existe margen para recurrir a ajustes ni al incremento del endeudamiento. No pagaremos deuda a costa del hambre y la exclusión de millones de argentinos, generando más pobreza y aumento de la conflictividad social para que el país vuelva a explotar. Sería bueno que recordaran cuánto daban por sus acreencias en el 2001, cuando gobierno, instituciones, políticos, el país, todo se caía”.

“Este gobierno, con racionalidad y toda la prudencia del caso, seguirá principios firmes de negociación con tenedores de deuda soberana intentando salir del default sin poner en riesgo el crecimiento que las cuentas nacionales y todos los indicadores evidencian”.

“No pagaremos a costa de que cada vez más argentinos vean postergado su acceso a la educación, la salud, la vivienda, el empleo decente. Creciendo nuestra economía mejorará nuestra capacidad de pago. Como dijéramos aquí: no somos el proyecto del default. Sabemos que nuestra deuda es un problema central. Pero no pagaremos de cualquier modo”.

“No se trata de ideologías, no se trata de capricho, temeridad, verborragia, inflexibilidad o como quieran llamarlo. Se trata de una fría y racional lectura de los números y de la economía. Se trata de asumir con realismo lo que la situación indica. Lo irracional, lo que parece fruto de la más embriagada fantasía, es el tamaño de nuestra deuda. Lo irresponsable y ausente de buena fe fue contraerla. Tenemos la certeza de que recibiremos una y mil presiones. Sabemos que nos pondrán obstáculos que deberemos superar. Pero sabemos el inmenso apoyo que nuestra defensa de los intereses nacionales tiene en la gran mayoría de nuestro pueblo. No vamos a aflojar”.