Tras cuatro días tensos y agitados, la protesta policial que se había iniciado en Salta se levantó este fin de semana, luego de que el jefe del organismo, Marcelo Lami, acordara un salario básico de $3.500 y un mínimo de bolsillo de $8.500, garantizando a los los efectivos que protestaron no tendrán ninguna sanción. Los policías retirados y en actividad que se manifestaban desde el lunes junto con familiares aceptaron el sueldo inicial de $6.500 que ofreció el día miércoles el gobernador Juan Manuel Urtubey, en el marco de la jornada más intensa del movimiento de protesta cuando la Policía de Salta estuvo al borde de un acuartelamiento. Tras una visita de mandos superiores a la Comisaría Segunda, uno de los puntales de la protesta, donde transmitieron advertencias de arrestos, bajas y exoneraciones, se empezó a mostrar sus servicios completamente normalizados y mermaron las manifestaciones públicas, aunque el núcleo duro de suboficiales retirados y esposas de efectivos en actividad decidieron mantenerla. Reclamos latentes La protesta policial que culminó con aumento salarial del 50%, sentó un antecedente sobre el que las organizaciones gremiales se apoyarán para solicitar la reapertura de paritarias, principalmente, entrados los primeros meses de 2014. Así lo hizo la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), que tiene 14 mil afiliados en Salta y anunció que en estas semanas comenzarán las reuniones para determinar qué tipo de planteo le llevarán al Gobierno. A su vez, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Asociación de Docentes de la Provincia (ADP) admitió que sería oportuno llevar adelante una rediscusión salarial para el mes de febrero. El ministro de Economía de Salta, Carlos Parodi ya advirtió que las paritarias cerraron semanas atrás y que no es posible para el Estado otorgarle a todos los trabajadores públicos salarios como los que recibirá ahora la Policía.