Las propuestas trascendentes puestas a consideración por el gobierno, han producido una caída de máscaras, en los sectores políticos y en el periodismo. En ambos se visualizan escenas de obediencia explícita. De abrazos ignominiosos y descarados con los sectores concentrados de la economía, de defensa sin pudores con las corporaciones.
Escribe Hugo Presman